Los clubes endurecen su postura

No se avanzó un milímetro. Clubes, jugadores, federación y Administración se reunieron ayer para estudiar si era posible reducir el número de futbolistas extranjeros en la Liga española, tanto en Primera como en Segunda División. Todos trataron de mantener el tipo puertas afuera y hablar de la necesidad de seguir hablando. Puertas adentro, la reunión resultó un fracaso. Los clubes se hicieron fuertes en la defensa del convenio en vigor hasta el año 2000, que permite la contratación de seis extranjeros por equipo (no se contabilizan comunitarios y nacionalizados) y limita la participación de hasta cuatro en cada partido. La defensa de los clubes, cuya voz la llevó el vicepresidente del Real Madrid, Juan Onieva, fue tan cerrada que provocó la perplejidad en los representantes del sindicato de futbolistas (AFE). Era la cuarta reunión en año y medio para tratar este asunto: en la tercera, se había llegado a un principio de acuerdo, según el cual, a partir del año 2000, se bajarían a tres el número de extranjeros a alinear por equipo en Primera y a uno en Segunda. Los clubes no reconocieron ayer este acuerdo y propusieron negociar un acuerdo global con la federación en todos los aspectos relativos a la relación entre clubes y federación. La AFE se marchó en silencio y estudiará la estrategia a seguir. En la reunión, la AFE no amenazó con una nueva huelga; un portavoz del sindicato señaló que "nuestra tranquilidad es total, porque hemos cumplido con lo firmado. Lo único que espero es que la Administración, que ha sido testigo de la reunión, tome cartas en el asunto".

Los clubes negaron, incluso, que estuvieran obligados a un acto de generosidad antes del año 2000, a pesar de existir un documento firmado hace año y medio como consecuencia de la amenaza de huelga de los futbolistas. Los clubes se habían comprometido con el entonces secretario de Estado, Pedro Antonio Martín, a iniciar una primera reducción en la Segunda.