Guillem Vidal reclama que los juzgados de lo contencioso funcionen el día previsto

El presidente del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), Guillem Vidal, considera que con la próxima puesta en marcha de siete juzgados de lo contencioso administrativo, prevista para el 15 de diciembre en las cuatro capitales catalanas, la Generalitat debería "evitar el espectáculo" que se ha producido hace unos días, al no haber podido empezar a funcionar cinco nuevos juzgados de lo civil en Barcelona por falta de personal y de acondicionamiento de los locales, pese a que los jueces habían sido designados.

Vidal entiende que el Departamento de Justicia, que tiene transferidas las competencias sobre los edificios judiciales, debería actuar con previsión y completar la adecuación de las nuevas instalaciones, así como el sistema informático. Del mismo modo, recuerda que el Ministerio de Justicia también debería pactar con la Generalitat las plantillas necesarias y el procedimiento que seguir para cubrirlas. Esa falta de coordinación motivó hace unos días que el Departamento de Justicia anunciase su intención de reducir el personal de los juzgados de primera instancia e incluso llegase a convocar un concurso para que los funcionarios pudiesen optar a las plazas, y días después tuviese que rectificar y anunciar que, tras recibirse un informe negativo del Consejo General del Poder Judicial, no se tocarían las plantillas. Dentro de dos meses empezarán a funcionar en Cataluña siete juzgados unipersonales de lo contencioso administrativo: cuatro en Barcelona y uno en cada una de las otras capitales catalanas. El objetivo con el que nacen es descongestionar esta jurisdicción, que es la más colapsada, ya que en ella hay acumulados más de 36.000 casos. Guillem Vidal considera que estos juzgados no son la solución al problema y pronostica que dentro de unos meses pueden estar igual o más colapsados que las cinco secciones de la Sala de lo Contencioso Administrativo del TSJC. En su opinión, lo deseable hubiera sido crear una nueva sección y reforzar las actuales, pero el Ministerio de Justicia ha optado por los juzgados unipersonales, que absorberán alrededor del 75 % de los casos que ahora llegan al TSJC, como multas de tráfico o sanciones a empleados de la Administración. Estas salas se reservarán las competencias para decidir, por ejemplo, sobre la legalidad de grandes planes urbanísticos. De los siete juzgados, faltan por cubrir el número 4 de Barcelona y el de Lleida, ya que ningún magistrado ha solicitado ese destino. Esas dos vacantes y otras 27 más que se han producido en el conjunto de España -de entre un total de 65 nuevos juzgados- serán cubiertas por el cuarto turno, reservado a los juristas de reconocido prestigio, y por oposición.