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PP y PSPV revisarán su posición en la reforma del Estatuto tras la Declaración de Barcelona

Populares y socialistas revisarán su posición sobre la reforma del Estatuto tras la Declaración de Barcelona con la que los nacionalistas catalanes, vascos y gallegos han abierto el debate sobre la necesidad de revisar la Constitución. Esquerra Unida amenazó ayer con abandonar la comisión de las Cortes Valencianas que estudia la posible reforma del Estatuto si no se establece un compromiso rápido y serio que garantice que la Comunidad Valenciana no quedará en el furgón de cola del Estado de las autonomías, tras el debate abierto por los mayores partidos nacionalistas.

Populares y socialistas han prorrogado los trabajos de la comisión parlamentaria que estudia la reforma del Estatuto durante dos años con la intención de que la Comunidad Valenciana fuese la última autonomía por la vía del artículo 143 en modificar su estatuto. Con esta estrategia, el PP y el PSPV pretendían dotar a la Comunidad Valenciana de unas competencias equiparables a las que ostentan las comunidades del 151 sin que se pegase a rueda ninguna otra del 143. Sin embargo, el escenario sobre el que planificaron el calendario ha cambiado. Ahora, CiU, PNV y el BNG se muestran decididos a cambiar la actual configuración autonómica. En esta coyuntura, la decisión que se adopte sobre la reforma del Estatuto de Autonomía es de vital importancia porque puede dejar las puertas cerradas a la Comunidad Valenciana en un debate que ya está abierto. Además, tanto el Partido Popular de Eduardo Zaplana, que ha hecho bandera del "poder valenciano", como el PSPV de Joan Romero, que propone un proyecto común de refuerzo de las señas de identidad para los valencianos, se juegan una buena bolsa de votos en los próximos comicios con la reforma del Estatut. El portavoz adjunto de Esquerra Unida-Els Verds, Pasqual Mollà, amenazó con abandonar la comisión parlamentaria de reforma del Estatuto si no se consensua un planteamiento claro que permita a la Comunidad Valenciana negociar el máximo techo competencial en cualquier coyuntura. La indignación de Mollà se produjo después de que una reunión de la comisión fuese desconvocada por el retraso del portavoz popular Rafael Maluenda y su homólogo regionalista Fermín Artagoitia. Mollà explicó que, a la vista de la actual situación política, Esquerra Unida-Els Verds propone una tramitación urgente de las reformas técnicas del Estatuto y, simultáneamente, "un compromiso claro de todos los grupos parlamentarios para impulsar el debate sobre la mejora y ampliación del autogobierno valenciano en el marco del debate estatal sobre la nueva configuración autonómica". En caso contrario, EU abandonará la comisión. El popular Maluenda argumentó que los cambios técnicos del Estatuto podrían estar listos con un par de reuniones más.

A cuestas con el calendario electoral

Uno de los problemas que plantea la actual redacción del Estatuto es que obliga a convocar las elecciones autonómicas el cuarto domingo de mayo de cada cuatro años. Es decir no sólo impide al presidente de la Generalitat disolver las Cortes, como ocurren en las llamadas nacionalidades históricas, sino que le fija la fecha. Un calendario que, como en la próxima convocatoria, salta por los aires cuando hay que hacer coincidir los comicios autonómicos con los europeos. Por tanto, será necesario aprobar una ley orgánica que diga que las elecciones serán el próximo 13 de junio para no incumplir los estatutos de la vía del 143. Sin embargo, este problema de calendario es menor si se compara con el que sería deseable para debatir una reforma del Estatuto en profundidad. Las Cortes Valencianas tendrán que disolverse el próximo mes de abril y con los avances registrados hasta ahora en la comisión parlamentaria que estudia las modificaciones estatutarias será imposible realizar un debate en profundidad sobre una cuestión que afecta a la médula del autogobierno de los valencianos. Una responsabilidad que recae ahora sobre la Cámara.

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