Maeso se niega a someterse al análisis que determinaría si consume drogas
Cabizbajo y meditabundo, protegido por unas gafas de sol y poco locuaz, Juan Maeso hizo ayer una fugaz visita a la Clínica Médico Forense de Valencia. El anestesista, el único imputado por el brote de hepatitis C detectado en dos hospitales de Valencia, visitó durante apenas 15 minutos a los dos médicos encargados de someterle a las pruebas que podrían determinar si el médico es o ha sido adicto a las drogas. Según fuentes cercanas al caso, Maeso, interpretando la ley a su favor, se negó a someterse a cualquier exploración. El juez que investiga el caso, los expertos encargados de las pruebas y la abogada del médico, Pilar Beltrán, se negaron a confirmar o desmentir este extremo. Los resultados de las pruebas a las que Maeso debía someterse en virtud del mandato judicial no estarían disponibles antes de dos meses, plazo en el que el Instituto Anatómico Forense de Madrid podría concluir su labor.
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