Un clásico con el ritual del liderato

, Bilbao, enfrascado en la novedad de la Liga de Campeones, se previene para un clásico. El Athletic-Real Madrid (20.30 h. PPV) tiene sus raíces en los catálogos, la tradición y los futbolines donde siempre se enfrentaban rojiblancos y merengues. Y sin embargo, el espíritu localista le alcanza para interferir con asuntos a domiciliarios. El Athletic puede ser líder y a Luis Fernández le preocupa las relaciones con la prensa. Un incendio sofocado de urgencia que ha oscurecido los asuntos deportivos. La historia es la de siempre. Al Athletic le apetece ganar al Madrid por obligación deportiva, por tradición social y por alcanzar un liderato que afiance su autoestima. Pero nadie lo dice. A lo máximo, lo sugieren los futbolistas. La entidad del rival ha hecho olvidar el compromiso del miércoles en Turquía frente al Galatasaray. El clasicismo predomina.Sin embargo Luis Fernández proseguirá con su política de rotaciones, en el lógico afán de mantener durante más tiempo a más jugadores en plena forma. Alkorta y Alkiza, que disputaron el amistoso de la selección el miércoles, podrían dejar su lugar para ser requeridos en la Liga de Campeones. Joseba Etxeberria, el jugador más resguardado por Luis Fernández parece más proclive a ser alineado en un partido que determina la temperatura ambiental y deportiva en torno al Athletic.

La estadística tiene muchas lecturas. Hiddink y Luis Ferná dez no se han enfrentado en la Liga española lo que extraña el muestreo de la competición. Hiddink apela a su historial con el Valencia; Luis Fernandez a su habilidad para doblegar a los grandes en San Mamés.

El Athletic es un misterio repetido cada fin de semana. El oscurantismo de su entrenador y las rotaciones dificultan cualquier planteamiento. Cabe pensar que el equipo bilbaíno refuerce su centro del campo no tanto para discutir la jerarquía en esa parcela como para dificultar las maniobras del Madrid y facilitare, a cambio, el acceso rápido al área rival. El Athletic quiere imponir su argumento habitual, el ritmo del encuentro, trepidante para ganar en un terreno de juego difuso y quizá alterado por la lluvia que cae en Bilbao.

Al Madrid le faltan piezas

El Real Madrid llega confiado al choque, pero le faltan algunas piezas, y otras las tiene menoscabadas. Suker sigue sin poder jugar, Morientes tiene gripe, Savio sale de su enésima contusión en los tobillos, y Mijatovic llegó ayer de jugar con su selección en Brasil y sufre un desfase horario."Es cierto, se me da bien San Mamés", admitió Hiddink. Y pasó a repasar el vigor que proporciona una plaza con tradición futbolística y todo lo que eso conlleva: "Es un campo complicado y tiene una afición fiel que apoya mucho a los suyos. Es un gran campo, propio para grandes partidos y ellos son un equipo poderoso, que pone muchas ganas y tiene mucha aptitud. No hay dudas de su entrega". El técnico recordó que su equipo tiene que saltar al campo en estado de alerta. Teme el contrataque bilbaíno: "Ellos saben robar el balón y necesitan poco tiempo para llegar a puerta, por eso hay que recuperar la posición defensiva con la mayor velocidad posible y jugar con disciplina".

La gripe de Morientes es la principal fuente de problemas en la alineación madridista. Sin Suker, descartado por no encontrase físicamente a punto tras un mes de recuperación de un extraño golpe en la rodilla, el equipo se queda sin sus dos nueves.

La medida que adopte Guus Hiddink para componer el ataque pesará sobre dos suplentes habituales: Karembeu y Robert Jarni. Si Karembeu ocupa la banda derecha, Raúl hará de punta-punta por delante de Mijatovic -otro que vuela bajo, fatigado tras una gira con su selección-. Si entra Jarni, el que se irá a la punta será Savio, que dejará la posición de extremo por la demarcación que lo hizo famoso en el Flamengo junto a Romario. Pero lo escabroso de la entrada de Jarni sería que el gesto puede interpretarse como una nueva muestra de falta de confianza de Hiddink en Karembeu, que se consolida como suplente. El francés que volvió de sus vacaciones con el título de campeón del mundo calla su amargura con la sempiterna sornisa que lo caracteriza. Desde que comenzó la Liga sólo se le escuchan monosílabos.

Alineaciones:

Athletic: I. Etxeberria; Lacruz, Ríos, Carlos García, Larrazabal; Imaz, Urrutia, Felipe o Javi González; J. Etxeberria, Urzaiz y Ezquerro.

Real Madrid: Illgner; Panucci, Hierro, Sanchis, Roberto Carlos; Karembeu, Seedorf, Redondo, Savio; Mijatovic y Raúl.