La ilusión y la experiencia

En lo estrictamente futbolístico, Athletic de Bilbao y Rosenborg se empeñan en concederse el mismo valor: dos equipos disciplinados y oportunistas. En la aproximación a los hechos, las similitudes se difuminan para descubrir dos actitudes radicalmente opuestas ante una misma cita. Cuestión de experiencia.Para preparar su estreno en la Liga de Campeones (20.45, ETB), el Athletic se ha concentrado en el Valle de Atxondo, se ha entrenado a puerta cerrada y se ha encomendado al calor de su público. Todo con ilusión, y la confianza por su reciente buen juego. A las puertas del día grande, la renovación del técnico ensancha la sonrisa (un tanto nerviosa, pese a todo) del grupo. En las antípodas, la frialdad noruega impresiona. Su técnico, Trond Sollved, ofrece a la prensa la alineación completa de su equipo, habla de su sistema, destripa sus armas. Los jugadores dialogan con cualquiera que posea un bolígrafo y sonríen. La experiencia en grado superlativo.

Para quebrar la atmósfera de espera en armonía ilusionada, la baja de Alkiza (doble amonestación frente al Tblisi), unos ojos que se echarán en falta a la hora de descerrejar defensas rocosas. Con el juego trasladado a las bandas, el balón raso y nervioso y reflejos para no propiciar el contragolpe rival (el Rosenborg, con tres delanteros), los de Luis Fernández esperan que su rival-reflejo funcione con un tiempo de retraso. A la presión consustancial al envite se suma la que cada actor concede en atribuirse: ninguna los del Rosenborg, escasa los del Athletic, que sin embargo reconoce la importancia de sumar el máximo número de puntos posibles en casa. En este sentido, el Athletic se confiesa valiente y el Rosenborg oportunista. La ilusión y la experiencia.

Athletic: I. Etxebarría; Lacruz, Alkorta, C. García, Larrazabal; Urrutia, José Mari; J. Etxebarría, Guerrero, Ezquerro; Urzaiz.

Rosenborg: Jarnstfall; Basnra, Bergstad, Hoffman, Bergdolmo; Strand, Skammelsrud, Berg; Hermes, Rushfeldt y Jakobsen.

Árbitro: Melnichuk (Ucrania).