El fantasma de la guerra civil recorre de nuevo Albania
Tirana, capital de Albania, vivió ayer escenas como las que en la primavera de 1997 llevaron al país al borde de la desaparición. Miles de seguidores del ex presidente Sali Berisha tomaron las calles, se apoderaron de tanques, ocuparon las sedes del Gobierno, el Parlamento y la televisión y pusieron en fuga al primer ministro, Fatos Nano. En las protestas hubo al menos tres muertos. Anoche, el Gobierno aseguró que controlaba la situación.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.