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BALONCESTO

Estudiantes se divierte a costa de un triste Unicaja

Se lo pasó pipa el Estudiantes en un duelo de una sola dirección. Prometía el asunto cierta igualdad. Nada. Fue aquella una promesa falsa. Se dio el cuadro colegial un paseo en toda regla. A ello le ayudó, y de qué manera, su rival, el Unicaja, un conjunto fantasmagórico. Y le ayudó, claro, un hecho que de vez en cuando resulta demoledor: Chandler Thompson andaba iluminado.Al músculo de Miller opuso Estudiantes la astucia de Reyes. Ganó la astucia. La puntería de Babkov quedó tapada por el repertorio que se sacó de la manga Chandler Thompson. Y el coraje de Lázaro no valió de nada frente a un Azofra que se limitó a echarle inteligencia a la tarea. Casi nada.

El Unicaja no hizo más que enseñar a Babkov, lo que en asuntos de menor enjundia puede resultar suficiente. Babkov comenzó pletórico y sólo por esa razón se vivió cierta igualdad (24-24, m.11). Pero en cuanto el siberiano bajó la guardia llegó el apagón.

Estudiantes comenzó a zarandear a su rival bajo el tablero. Siempre eran dos o tres los jugadores colegiales que acudían al rebote, ante la desesperación de Sallier. Del 46-35 del descanso se pasó en un visto y no visto a un definitivo 67-42. Mantuvieron la tensión los madrileños, que otearon la posibilidad de divertirse. Thompson se emborrachó en la fiesta y Vandiver se alió con su colega, mientras el Unicaja maquillaba, es un decir, la debacle allá en los minutos de la basura.

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