El PP quiere salir de su XIII Congreso con un nuevo programa de Gobierno

, La Junta Directiva Nacional del PP dará en su sesión de hoy el banderazo de salida a su XIII Congreso, que se celebrará a finales de enero o principios de febrero. La preparación de la asamblea la realizará el coordinador general, Ángel Acebes, pero la supervisará muy de cerca el propio José María Aznar. El congreso, en la antesala de la catarata de elecciones -catalanas, autonómicas y municipales y generales-, además de su carácter propagandístico, presentado como viraje al "centro reformista", pretende dotar al PP de un contenido programático del que adolece su Gobierno.

En la reunión que mantuvo con la cúpula de su partido el pasado 26 de agosto para marcar las pautas del congreso, José María Aznar insistió en la necesidad de dotar al PP de un nuevo ideario programático, tras su experiencia de más de dos años de Gobierno. En el Ejecutivo hay la sensación de que el programa con el que el PP se presentó a las elecciones, retocado posteriormente por la necesidad de sus pactos con los nacionalistas, ya está "vendido" o en proceso de ejecución.El arranque de la temporada política, tras las vacaciones, ha puesto de relieve que no hay nuevas iniciativas gubernamentales. El Gobierno centra sus objetivos hasta el final de la legislatura en la reforma del impuesto sobre la renta y la supresión del servicio militar, anunciadas por Aznar en su discurso de investidura. La falta de más proyectos la resume con humor un ministro: "No tenemos la culpa de habernos desayunado la cena".

Gabriel Cisneros, responsable de la Comisión de Estudios del PP, cree fundamental renovar los planteamientos de su partido en cuestiones como el funcionamiento de la Justicia -el servicio público más denostado, según las encuestas del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS)- y la política territorial o la social.

Respecto a la política territorial, considera imprescindible que el PP explore las posibilidades del Título VIII de la Constitución para avanzar en el desarrollo del Estado de las Autonomías en el marco de la Carta Magna y oponer, con ello, una alternativa a las propuestas de los nacionalistas que se avecinan tras la Declaración de Barcelona, una propuesta de cambio del modelo constitucional suscrita por los catalanes, los vascos y los gallegos en julio.

"Tenemos que elaborar una alternativa para una España como nación plural frente a las pretensiones nacionalistas de presentarla como una pluralidad de naciones", advierte Cisneros.

El dirigente del PP ve insuficiencias programáticas en campos muy variados, desde las políticas de empleo hasta la igualdad de la mujer o los jóvenes.

El pacto con los nacionalistas obligó al PP a hacer importantes ajustes en el programa con el que se presentó a las elecciones de marzo de 1996. Algunas de sus promesas más significativas tuvieron que ser abandonadas -co-mo el cumplimiento íntegro de las penas por los terroristas o la elección de todos los miebros del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) por los jueces- mientras que se incorporaron otras, como el fin de la mili.

Cisneros cree también que "las cosas han ido muy rápidas" estos dos años: "Si me dicen a mí, cuando presentamos el programa electoral de 1996, que en esta misma legislatura se iba a anunciar el final del servicio militar a fecha fija, no me lo creo".

En la presentación que ha hecho del congreso a sus colaboradores, Aznar ha puesto el acento en que los trabajos preparatorios se centren en estas políticas para ofrecer un barniz social y poder "vender" su anunciada imagen de "centro reformista".

El coordinador general, Ángel Acebes, indica que lo único que hay hasta ahora son unas pautas muy generales transmitidas por Aznar, con especial incidencia en la política social y la igualdad de la mujer y los jóvenes. "El PP ha cubierto una etapa que le ha llevado al Gobierno. Ahora tiene que afrontar nuevos retos derivados de la entrada de España en la Moneda Única y la renovación tecnológica", afirma.