PSOE y PA pactarán las reglas del juego de la campaña para no salpicar al Gobierno de coalición

ISABEL PEDROTE Socialistas y PA acordarán en el próximo comité de enlace -órgano de debate entre ambas fuerzas para el Gobierno que comparten en la Junta-, unos "mínimos de respeto" durante la próxima campaña de las municipales, de manera que no pueda dañar la continuidad del pacto del Ejecutivo andaluz. La intención de uno y otro partido es asegurar el cumplimiento de la legislatura sin que por eso tengan que renunciar a su autonomía política. "Se trata de consensuar unas reglas del juego para que la campaña no salpique a la coalición", señaló el secretario de Política Institucional del PSOE, José Caballos.

Los socialistas están especialmente molestos con las declaraciones del alcalde Algeciras, Patricio González, a raíz de la polémica por la segregación de la Audiencia de Cádiz para crear secciones en Jerez y el Campo de Gibraltar, así como por su empeño en celebrar un referéndum, no validado por el Gobierno central, sobre la conveniencia de hacer de Algeciras la novena provincia andaluza. González incluso llegó a proclamar persona no grata a la consejera de Gobernación, la socialista Carmen Hermosín. El primer edil de Jerez, Pedro Pacheco, también terció en la riña y acusó a la consejera de "visceral, irracional y desleal". Aunque tales acciones no han sido nunca respaldadas por la cúpula andalucista, que se ha mantenido en silencio durante todo el verano, el PSOE pidió una reunión del comité de enlace para exigir explicaciones y tratar de suavizar el tono de los desmarques de los alcaldes del PA en su carrera a hacia las elecciones municipales. El encuentro, previsto en principio para mañana lunes, se retrasará una semana por problemas de agenda y en él se abordarán también otras cuestiones. En los contactos informales que socialistas y PA han mantenido este verano, los andalucistas esgrimieron la singular personalidad del alcalde algecireño para disculpar sus declaraciones. El argumento no convenció del todo a los interlocutores del PSOE, que replicaron que también en sus filas militan alcaldes originales, pero que, al contrario que Patricio González, se someten a la disciplina de la organización. Iniciativa propia Según explicó el secretario general andalucista, Antonio Ortega, en el comité de enlace está previsto analizar el primer avance de los presupuestos autonómicos para 1999 y fijar una reunión monográfica del comité sobre las prioridades del próximo ejercicio. Es en el apartado del examen de la situación política donde, precisó Ortega, se discutirán los términos del acuerdo de no agresión, que, subrayó, no coartará en absoluto la iniciativa propia de su partido. El andalucista, consejero de Relaciones con el Parlamento, señaló que el acuerdo con el PSOE se circunscribe a la Junta de Andalucía y en nada influye en la política municipal: "Lógicamente, por nuestro compromiso con los andaluces de finalizar la legislatura, es conveniente que se consensúen unos mínimos de respeto que no sobrepasen los límites tolerables". El socialista José Caballos, también portavoz de su grupo en la Cámara, se muestra más directo y explica: "Para reforzar el Gobierno de coalición es necesario un pacto de las reglas del juego, de manera que la campaña de las municipales no salpique al Gobierno por encima de las vehemencia de algunos alcaldes andalucistas". Se trataría, afirman en el PSOE, de que las discrepancias entre ambos socios de gobierno se mantengan de una manera razonada. Los nacionalistas mantienen un difícil equilibrio desde la primavera pasada, cuando, llegados al ecuador de la legislatura, decidieron distanciarse del PSOE, proyectar una imagen propia en el electorado y huir del temido abrazo del oso hasta las autonómicas del 2000. Para conseguirlo criticaron al propio presidente de la Junta, Manuel Chaves, y presentaron iniciativas en el Parlamento que no habían sido discutidas con sus socios. En este nuevo curso político, que discurrirá bajo el signo electoral de las municipales, la complejidad estratégica crece aún más: deben conseguir que se les distinga del PSOE en la Junta y, a la vez, mantener el pacto inalterable. Todo esto sin que los socialistas se planten por las declaraciones y envites de sus alcaldes.