Comer sano ayuda a superar el calor

Nuestro cuerpo, que es sabio, procura crearse en el verano un microclima que le permita mantener la temperatura uniforme. Pero, si le ayudamos, la cosa irá mejor. La ropa, la vivienda y la actividad física son algunos de los mecanismos que podemos emplear para facilitarle las cosas. Aunque el más importante, sin duda, es cuidar la alimentación. En verano, como norma general, la comida debería ser frugal, ligera, y, por supuesto, sana. Una regla de oro es aprovechar los productos de temporada. Aunque, luego, resulta que la mayoría de las veces nos alimentamos con "cualquier cosa"... o atracándonos. Así que, he aquí algunos consejos que no conviene olvidar. Lo primero que hay que hacer para librarnos del calor es consumir alimentos frescos y de la época veraniega; verduras y fruta son la base. Además, son los más económicos, sabrosos y nutritivos. A la carne no le ocurrirá nada (ni a nosotros tampoco), porque aplacemos su consumo hasta el otoño. Aprovecharse en estos meses de la abundancia de frutas y verduras que tiene Andalucía es una postura inteligente; crudas, frescas, bien lavadas, o en zumo (las frutas) recién exprimidas, para que no pierdan vitaminas, es la mejor forma de contribuir a que nuestro cuerpo haga la travesía de los calores. Hay que aprovecharse también de los pescados de temporada (atún, caballa, boquerones, bacaladillas...). Y, a la hora de prepararlos, debe hacerse de forma sencilla. En estos días, lo mejor es comerlos a la plancha, asados o hervidos. Evite las salsas, las grasas, y las comidas muy condimentadas. Se sentirá mucho mejor. No se olvide del líquido; beba agua, que es una fuente de salud para su organismo. Su cuerpo se lo agradecerá. Los zumos recién hechos con frutas de temporada tampoco le sentarán mal... Los de bote, (si le gustan) déjelos para el invierno; ahora aprovéchese del melón, de la sandía, del melocotón, de las uvas... Ah, y haga ejercicio, aunque sólo sea paseando... ¡Verá que bien se siente!