Buen nivel de España

España salió de Budapest con un excelente crédito. Se ajustó bastante fielmente a las previsiones de medallas y superó sus niveles anteriores en el número de finalistas (aquellos atletas que terminan entre los ocho primeros de cada prueba). En Split 90 se estableció la mayor cifra, con 20 finalistas. En Budapest la suma ha sido de 25. "Sólo el Reino Unido y Alemania han conseguido más finalistas que nosotros en la categoría masculina. Es un éxito de grandes proporciones", declaró José María Odriozola, presidente de la Federación Española de Atletismo.En Helsinki 94 se obtuvieron dos medallas más, gracias al triple que se consiguió en el maratón. En esta edición los maratonianos no alcanzaron ninguno de los tres primeros, contra las previsiones generales. Pero el resto de los datos obliga a pensar de manera optimista. Los mediofondistas y fondistas no fallaron (cuatro medallas en 1.500 y 5.000, más la conseguida por Marta Domínguez en los 5.000). En las pruebas de marcha, Paco Fernández ganó el bronce en los 20 kilómetros, mientras Mikel Odriozola y Santiago Pérez terminaban en cuarta y sexta posición en los 50 kilómetros. El tercer puesto en los 4X400 metros adquiere un valor añadido por la falta absoluta de tradición en esta disciplina y por tratarse de una prueba relacionada con la velocidad, siempre crítica para los españoles.

Por encima de las medallas y puede también que del excelente número de finalistas, cabe una consideración añadida: una nueva generación de atletas está a punto de consolidarse, si no lo ha hecho ya. Reyes Estévez (22 años), David Canal (19) y Paco Fernández (21) venían acreditados por su excelente historial como juveniles. En Budapest han confirmado sus progresos con tres medallas. En algunos casos, los indicios parecen esperanzadores. Luis Miguel Martín logró ayer el cuarto puesto en los 3.000 metros obstáculos, con la cuarta mejor marca española de la historia (8.20 minutos). Era su quinta carrera de la modalidad después de un discreto pasado en el 1.500. Con estas perspectivas se le anuncia como un posible dominador de la distancia en Europa.

Categoría femenina

En la categoría femenina se han advertido señales agradables en las pruebas de fondo, maratón y marcha. Es decir, en el mismo biotopo que manejan los hombres. Porque el déficit en la velocidad, lanzamiento y saltos es preocupante en los dos sectores. España no cumple ningún papel en la velocidad, sin motivos aparentes. La actuación emergente de los griegos en las distancias cortas supone un espejo en el que mirarse. Los lanzamientos son un lastre endémico, apenas maquillado por la presencia del lanzador de peso Manuel Martínez en las finales europeas. Los saltos han entrado en una fase de regresión: no acudió ningún pertiguista, en altura no aparece un sucesor de Arturo Ortiz y en los saltos no acaba de producirse una mejoría apreciable.Vistas las dificultades en las pruebas técnicas, España ha vuelto a demostrar que es un país que corre. En este sentido, los Campeonatos de Europa han confirmado la autoridad de nuestros mediofondistas y fondistas. Y si que hay que apuntar a la estrella que surge, no hay duda de que el nombre es Reyes Estévez, la alternativa a medio de plazo del marroquí Hicham El Guerrouj.