El presidente azulgrana justifica ante las peñas la marcha de los canteranos

El discurso de Josep Lluís Núñez, presidente del FC Barcelona, apenas varió del propuesto en los últimos días. Sin embargo, esta vez adquirió más trascendencia porque lo pronunció desde un púlpito y frente 1.501 peñistas azulgranas. Núñez encontró argumentos -la mayoría ya usados- para justificar la marcha de los canteranos Guillermo Amor, Albert Ferrer e Iván de la Peña y achacó a la prensa de Madrid el malestar creado en el club por el mal juego del equipo la temporada pasada. "Había una campaña desde la capital, dirigida por la prensa de allí.Decían que el Barça no jugaba bien al fútbol y los socios llegaron a preocuparse", señaló Núñez. "Pero es difícil no jugar bien y lograr un doblete [Liga y Copa del Rey] que hacía 39 años que no se conseguía", dijo.

Los traspasos y los fichajes de este año no suponen, según el presidente, una pérdida de la identidad catalana del equipo. "Se han ido tres extranjeros -Pizzi, Couto y Stoichkov- y han llegado dos comunitarios, Zenden y Cocu, con un gasto de 600 millones de pesetas", afirmó. De ahí partió otro de sus argumentos centrales: que fue necesario vender para potenciar la plantilla. Ferrer y Amor no interesaban por su edad y De la Peña apenas jugó el año pasado -sólo 10 partidos- a pesar de que Guardiola estuvo lesionado.

Núñez reiteró que el Barça es el "mejor equipo de Europa de la última década y el más titulado en España en 20 años". Anunció que que el club ha comprado la colección Futbolart de Pablo Ornaque.

Guardiola, capitán del Barça, acudió a la reunión, pero no estuvo el vicepresidente Nicolau Casaus por enfermedad. 592 peñas de las 1230 actuales estuvieron representadas.Aplaudieron a rabiar. Posteriormente, Pasqual Maragall, ex alcalde socialista de Barcelona, criticó el hecho de que Núñez se dirigiera a las peñas en castellano. "Debía hablar en catalán. Pero como persona inmigrada tal vez se siente mejor en castellano", dijo.