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GOLPE A LA PAZ EN EL ULSTER

Los dos españoles muertos en el atentado del Ulster realizaban una excursión escolar

Blair y el primer ministro irlandés se reunieron en Belfast para consolidar el proceso de paz

JUAN CARLOS GUMUCIO, Omagh. Un niño de 12 años y una monitora de 29 de un grupo de colegiales españoles que estudiaban inglés en Irlanda y que habían ido de excursión al Ulster estaban entre las 28 personas muertas el sábado en el atentado de Omagh. Hubo más de 220 heridos. Ayer, los policías avanzaban apenas, con las espaldas encorvadas, las manos enguantadas y la mirada clavada en el pavimento de Dublin Road, la principal arteria del pueblo. Formaban una brigada lúgubre de investigadores silenciosos a la búsqueda de pruebas sobre la autoría de la mayor atrocidad perpetrada en 30 años en la provincia.

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Los psicópatas del Ulster

Las primeras pesquisas no proporcionaron nuevas pistas del atentado que marca el más truculento hito en la larga historia de violencia en el Ulster. Pero quizás no había necesidad. Nadie duda que los autores de la matanza pertenecen al IRA Auténtico, facción disidente del Ejército Republicano Irlandés (IRA), los extremistas tradicionales que mantienen la tregua desde hace un año, pero que hasta anoche no habían condenado el atentado. Ese silencio contrastaba estruendosamente con la ola universal de condena, repudio y dolor que provocó el atentado en el que perecieron además la monitora Rocío Abad Ramos, de 29 años, y el estudiante Fernando Blasco Baselga, de 12. Otros doce españoles del mismo grupo resultaron heridos. Ayer recibían atención médica en varios hospitales norirlandeses mientras una delegación del Gobierno español, encabezada por el vicepresidente primero, Francisco Álvarez Cascos, y el ministro de Exteriores, Abel Matutes, hacía preparativos para la repatriación de aquellos en condiciones de realizar el viaje de regreso a España, para lo que hoy despegarán de Madrid dos aviones. Tony Blair suspendió sus vacaciones en Francia y voló ayer a Belfast, donde se reunió con el primer ministro irlandés, Bernie Ahern, para consolidar el proceso de paz.

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