El médico del ONCE llega a España y guarda silencio

TOUR 98., Nicolás Terrados, el médico del ONCE-Deutsche Bank inculpado por un juez de haber infringido la ley del dopaje francesa, llegó ayer al aeropuerto de Bilbao y después se trasladó a Asturias sin hacer declaraciones. Patrick Keil, el juez de Lille que instruye el sumario del "caso Festina", le dejó el viernes en libertad provisional bajo fianza con la condición de que no hiciera declaraciones y de que no tuviera contactos con el medio ciclista. Sobre su asunto pesan interrogantes de orden jurídico y legal.

La ONCE ha puesto el caso en manos del prestigioso bufete Uría, cuyos expertos en derecho internacional están estudiando si una ley de ámbito limitado a un país (como es la ley del dopaje francesa de 1989), y sin reciprocidad en España, puede obligar a ciudadanos españoles en el extranjero. Así, pueden aconsejar a Terrados que no responda a posibles citaciones del juez Keil. También podría seguir en el ambiente ciclista, en su trabajo de médico de la ONCE en carreras, como la Vuelta, que no toquen Francia. Según diversos expertos, podría ser detenido si pisara Francia y, si se le procesa, ser juzgado en rebeldía.

Otro punto de su defensa es el legal. Según algunas fuentes, en el registro de los vehículos de la ONCE la policía halló diversas cantidades de Ventolín, insulina y medicamentos antialergia de uso del director del equipo, Manolo Sáiz. Todos ellos, medicamentos registrados en España y que, bajo algunas condiciones, pueden ser usadas legalmente en una competición ciclista. La insulina, según la ONCE, era para el masajista Miguel Ángel Rubio, diabético. El antiasmático salbutamol (Ventolín), por su parte, está permitido en forma de aerosol o inhalador siempre que el corredor que lo utilice presente el certificado del especialista que lo haya prescrito. Alex Zülle y Miguel Induráin sufrieron falsos positivos por uso de Ventolín bajo prescripción facultativa. La UCI, entonces, obligó el certificado de un especialista.

Massi sí habló

El italiano Rodolfo Massi, el primer deportista de la historia inculpado penalmente por un caso relacionado con el dopaje, tiene un plazo de un mes para regresar a Francia y entregar su pasaporte a un juez. Esta cautela no se le ha aplicado a Terrados. Massi, a su llegada a Italia, declaró: "Estoy tranquilo porque me siento ajeno a todas las acusaciones - los productos incautados no están prohibidos en Italia y yo no los habría tomado sin el consentimiento del médico de mi equipo -, pero a la vez preocupado por las consecuencias que esto pueda tener en mi porvenir".