España salva el expediente
Los nervios del estreno, Nigeria, los fantasmas tan recientes, las dudas de un grupo reconvertido a medias. Todo eso salvó ayer la selección española en su primer partido del Mundial ante el subcampeón africano. Pero los 12 puntos de renta ante un rival sin pedigrí, potencial ni mayores recursos se cocieron en un puchero que acabó apestando a expediente burocrático. Se pasó el trámite pero se echó en falta el carácter, la contundencia y el sentido lúdico del juego que pudieran dotar de una mayor confianza al equipo español de cara a la serie de partidos con muchas mayores complicaciones que, a partir de ahora, se le presentan al equipo de Lolo Sainz.La oposición que presentó Nigeria no invitaba a grandes alardes. Una defensa dura -32 faltas-, un estilo de juego lento, un intento de cerrar un marcador con las cifras más bajas posibles. El partido típico de equipos con tantas carencias ofensivas y de creación de juego. En un partido que invitaba al desahogo español, estuvo a punto de ahogarse durante más de media parte. Careció de lanzamiento exterior -10 de 28 en ese fatídico primer periodo-, concedió el dominio del rebote -13 por 21 de los nigerianos-, volvió a hacerse líos en sus movimientos ofensivos que forzaron algunos lanzamientos a la desesperada sobre el final de los 30 segundos de posesión y acabó por pasarse el partido entero mirando al marcador.
Orenga desatascó el ataque español en primera instancia con algunos lanzamientos a media distancia. Poco sacó España desde dentro de la zona: Dueñas continúa como a lo largo de casi toda la temporada fuera de onda. Se emparejó, bien es cierto, con la más fea: Dare, un pívot que ha jugado este año en el New Jersey Nets y el hombre sobre el que se basa la escasa entidad de los niegerianos. Rodilla no encontró forma de marcar una adecuada velocidad de crucero ni tampoco de indicar caminos adecuados a sus compañeros.
España permitió que Nigeria le tuteara durante 22 minutos (24-24 y 39-35 nada más empezar el segundo periodo). Se le volvieron a aparecer a España los fantasmas tan recientes de derrotas ante equipos de escalafón tan inferior como el del nigeriano. No acaba de superarse en el inconsciente los varapalos ante Angola en el 92 o China en el 94. Sólo de esa manera puede entenderse que hubiera problemas para abrir brecha ante un equipo con los bajos porcentajes con los que acabó ayer mismo el nigeriano, véase el 43% en los lanzamientos de tiros libres, con 13 aciertos sobre 30 lanzamientos: ¡patético! Siete de esos 17 fallos se produjeron nada más empezar la segunda parte, justo cuando Herreros, a base de repetir intentos, Rodilla y Jiménez enlazaron tres triples.
A partir de ese momento (52-40), con un quinteto salido casi por entero de la escuela del Ramiro -exceptuando al base, primero Rodilla y al final Nacho Rodríguez- España, con Reyes y De Miguel, se impuso bajo los tableros, respiró un poco (67-51) y acabó por maquillar su rostro.
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