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Profecía

JUANJO GARCÍA DEL MORAL Los aficionados del Valencia Club de Fútbol ya pueden estar tranquilos: el equipo de sus amores conseguirá esta temporada, por fin, el tan ansiado título -no importa cuál-, algo que no ha logrado desde hace lustros. Lo aseguró el presidente de la entidad en la multitudinaria presentación del equipo, la pasada semana en Mestalla. No es que Pedro Cortés emulara a Rappel. La afirmación del dirigente tampoco fue producto de una nueva interpretación de las predicciones de Nostradamus. Queda igualmente descartado que el aserto presidencial fuera producto de la existencia de una estrategia común entre el club, la federación y los árbitros para que el Valencia alcance esta temporada el preciado título. Nada de todo eso. Fue una revelación divina. Cortés, que por la mañana había estado con todo el equipo en la Basílica de la Virgen, aseguró por la noche en Mestalla que la Geperudeta le había mirado desde su pedestal para decirle que "este año sí", que esta temporada el Valencia lograría finalmente un título. Fue una profecía en toda regla. Una revelación. Y la afición encantada, aunque seguramente le quedó cierta desazón al no ver satisfecha una, sin duda, importante curiosidad: sí, pero, ¿qué título? Ese detalle quedó en el aire. ¿Se lo dijo la Virgen al presidente? En ese caso, ¿se guardó Cortés esa información privilegiada por si la necesita más adelante si las cosas se tuercen? A la vista de la poca vista que ha mostrado el presidente a la hora de dosificar la ilusión por los fichajes -los ha hecho todos a la vez, evidenciando su necesidad de un asesor de mercadotecnia-, no parece probable que reparara en esa posibilidad. De donde se deduce que la Geperudeta no especificó a Cortés a qué título se refería. ¿Es que ella, simplemente, no quiso decírselo al presidente? Porque pensar que no lo sabe podría crear serios conflictos morales a los aficionados creyentes. Pero los que ni son forofos, ni profesan fe mariana, los que creen tanto en milagros divinos como en Rappel o Nostradamus -aunque ya les gustaría a muchos poder hacerlo, con tal de que su equipo alcanzara el preciado título- temen que el presidente iba de farol.

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