Cuatro candidatos aspiran a la secretaría general del PSOE gallego
Ni siquiera la caótica situación interna del partido refrena las ansias de liderazgo de los dirigentes del PSOE gallego. Cuatro destacados miembros de la organización ya han dejado caer en los últimos días su intención de pugnar por la secretaría general, vacante desde el pasado 27 de junio tras la dimisión del anterior líder, el alcalde de A Coruña, Francisco Vázquez. De momento, el comité nacional del PSdeG refrendó ayer la convocatoria de un congreso extraordinario para el próximo 10 de octubre.Desplazado por el BNG como primera fuerza de la oposición en las elecciones autonómicas del pasado octubre, fragmentado en un sinfín de facciones que en los últimos años se han dedicado a apuñalarse dialécticamente y bajo la amenaza de un nuevo descalabro en las próximas municipales, el PSOE gallego se encuentra, como admiten sus propios dirigentes, en un estado comatoso. Pero, a pesar de la tempestad, sobran voluntarios para hacerse con el gobierno de la organización, regida por una gestora tras la renuncia de Vázquez y a la espera de que el congreso extraordinario elija nuevos órganos.
Estado comatoso
El primero en anunciar su candidatura ha sido Miguel Cortizo, vicesecretario general en el equipo de Vázquez. Cortizo, que representa la alternativa más oficialista, confía en contar con el apoyo del alcalde coruñés, quien de momento no se ha pronunciado. Su principal contrincante es Emilio Pérez Touriño, actual portavoz socialista en el Parlamento gallego y ex alto cargo del Ministerio de Obras Públicas. Pérez Touriño ha sido menos claro a la hora de postularse como posible líder. Condiciona su candidatura a la consecución de cierto consenso interno entre el aparato y los sectores críticos más proclives a un entendimiento.Los otros dos aspirantes tampoco han anunciado oficialmente sus pretensiones, pero ambos insinúan que no les disgustaría optar a la secretaría general pese a que sus posibilidades de triunfo parecen muy escasas. Se trata del antiguo dirigente del PCE Enrique Curiel y del ex ministro de Transportes Abel Caballero. Éste cuenta con el lastre de su estruendoso fracaso como candidato a presidente de la Xunta en las recientes elecciones autonómicas. Curiel, nacido en Vigo, ha pasado la mayor parte de su vida en Madrid, pero desde hace cuatro años trata de hacerse un hueco en la política gallega junto a los sectores más críticos del PSdeG.
Los críticos fracasaron ayer en su intento de que el comité nacional convocase unas primarias para elegir nuevo líder. Esa demanda chocaba con los estatutos del partido, que sólo permiten la consulta a la militancia para la designación de candidatos electorales. Otro grupo de críticos radicales, encabezado por el dirigente vigués Miguel Barros, ha constituido una plataforma que propugna la "refundación" del partido frente a la "pantomima" del próximo congreso.
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