"En mis negociaciones con la Cope la libertad se da por supuesta"

María Teresa Campos está que no para. Ha puesto en circulación su tercer libro, Agobios nos da la vida. Acaba de renovar su contrato con Tele 5, desde cuyo espacio Día a día lidera las mañanas televisivas con un cóctel de actualidad, tertulia, concursos, música y personajes diversos, desde un político a un famoso de la prensa del corazón. La periodista andaluza termina la temporada en Día a día el 17 de julio (con unas audiencias que llegan al 28%), pero volverá en septiembre con un trabajo más para esta cadena: un programa de entrevistas en horario de máxima audiencia. Al mismo tiempo, negocia con la Cope hacerse responsable de sus tardes de radio. De materializarse este proyecto, Campos sería la única figura del panorama mediático español con programa diario en televisión y radio, vehículos comunicativos que lleva manejando dos décadas.Pregunta. Dentro de poco tendrá doble trabajo.

Respuesta. Pues aún no puedo confirmar nada. Pero suponiendo que se produzca ese doble trabajo, tendría que hacerlo muy bien respaldada, con un buen grupo de profesionales. De hecho, ahora lo estoy con el equipo que tengo. Hay una cosa de la que nunca voy a hacer dejación: los contenidos los decido yo. Ya tengo muchos masters en conocimiento de audiencia. Lo que tiene éxito hoy a lo mejor no funciona otro día, por la combinación de los elementos. Hay que tener muy claro que la audiencia de la mañana no es la misma que por la noche, pero también tiene su importancia, no hay que despreciarla. Aquí no se le da ese valor a los programas de mañana, y tienen mucho mérito, todo es más dificil. Por la noche, la gente se sienta tranquilamente a ver la televisión. Por la mañana, tienes que conseguir que te presten atención. Por eso yo siempre tengo en la cabeza que hay que imprimirle ritmo a la mañana. P. ¿Pactará con la Cope unas condiciones de libertad?

R. Para firmar tenemos que sentarnos a hablar de muchas cosas. Yo estoy negociando ahora las condiciones económicas y técnicas del contrato. Lo de la libertad ni se plantea, se da por supuesta. Yo estoy acostumbrada a trabajar en libertad. A lo mejor la cadena está hablando con otras personas. Yo sólo sé lo mío. Pero insisto que el tema de mi libertad de acción no es el tema de discusión ni la causa por la que todavía no hayamos llegado a un acuerdo.

P. ¿Pero tendrá sus garantías?

R. Estamos en un país donde los medios son libres, y quiero creerlo. Desde luego, condicionamientos siempre hay, todas las empresas los tienen, pero yo siempre he sido especialmente respetuosa con las empresas en las que he trabajado. Si hay cosas con las que no estoy de acuerdo, simplemente me voy. Lo que no voy a hacer es utilizar mi programa para poner verde a mis directivos.

P. Usted siempre reclama que se la considere periodista.

R. Es que Día a día es un programa informativo, y los que lo ven se dan cuenta. Estoy consiguiendo, con buena voluntad más que con medios, que quienes ven Tele 5 por las mañanas se enteren de lo que pasa. Eso es lo mejor que hemos sembrado en los dos últimos años.

P. ¿Qué le parece el término de televisión sentimiento?

R. Todo se puede hacer con unas mínimas reglas de honestidad. La televisión ya ha dejado de ser un medio sacralizado, donde sólo salían los personajes famosos. Ahora los ciudadanos tienen la posibilidad de utilizar el medio por excelencia de su tiempo. Hablar de sentimientos está bien, siempre que no se comercie con ellos.