Gabinetes de crisis en Alemania
Los jugadores se reúnen sin Vogts y temen que Irán pueda eliminarlos
Así que Alemania no es, después de todo, tan inoxidable como aparenta. Quién lo iba a decir: están asustados de Irán. El viejo mito de su impenetrabilidad aparece resquebrajado en las vísperas de su partido contra Irán. Sorprendentemente, los hombres de Vogts están asustados. Temen a un Irán que no mostró apenas más que coraje en su victoria ante Estados Unidos. Se preparan como si tuvieran ante ellos una final en toda regla. Además, la actuación de sus hooligans en Lens les ha dejado tocados psicológicamente. Se han abierto grietas entre la federación y el seleccionador. Así que en vez de pensar en golear a los asiáticos, los alemanes piensan en negativo: creen que Irán puede eliminarlos, piensan en la vergüenza que supondría una caída temprana para los tricampeones, hacen guiños a la superstición (la única vez que no pasaron de la primera fase fue hace justamente 60 años y también en Francia) y se reúnen en gabinetes de crisis. Se preparan para lo peor y eso que con un empate se clasifican.El lunes fue un día movido para Vogts. Por la mañana se enfrentó a su federación por sugerir que Alemania debía retirarse por la agresión al policía de Lens (aún algunos directivos mantienen que si Daniel Nivel fallece, Alemania tendría que irse). Por la tarde se enfrentó a sus jugadores, sobre todo a los jóvenes.
El martes por la tarde fue el turno de los jugadores. El capitán, Klinsmann, convocó a los demás compañeros para una puesta en común tipo grupo de autoanálisis. "No puedo decir lo que nos dijimos, pero todos hablaron abiertamente de la situación", dijo Thon, que jugará hoy en el centro al ceder su sitio de líbero a Matthäus. "Klinsmann dirigió la sesión. Necesitábamos esa reunión para mejorar nuestra prestación ante Irán".
Los iraníes cuentan, por su parte, con la ventaja de la relajación. Su objetivo lo alcanzaron derrotando a Estados Unidos, por lo que acuden sin miedo ante los alemanes, sabiendo que no tienen nada que perder.
Yugoslavia, por su parte, no se dedica a buscar tres pies al gato. Su único pensamiento es golear hoy a EE UU, ya eliminada.
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