"Tendrán que matarme"

"Hoy es un día malo, pero septiembre llegará pronto". Clemente intentó levantar el ánimo pensando ya en la Eurocopa. A pesar de ello, al seleccionador se le escapó que, si por el bien de la Federación tenía que dimitir, lo haría. Después se contradijo, en la Cope, al asegurar que no piensa dimitir. "Hay mucho rebaño en este país, pero yo no soy una oveja.Para acabar conmigo tendrán que matarme, o me mata la prensa o conmigo no pueden. No me pliego a los mamones".Tanto Ángel Villar, como Juan Padrón, presidente y vicepresidente de la Federación, insistieron en que Clemente tiene contrato hasta el 2000. Villar aseguró que estàn dispuestos a seguir con él. "No tenemos nada en contra de su trabajo", indicó el presidente, aunque avisó: "La federación va a valorar por qué nos han dejado en la cuneta tan pronto".

El resultado le eximía ayer a Clemente de dar explicaciones sobre el partido y, al tiempo, le remitía a lo sucedido en los dos encuentros anteriores. "Contra Nigeria dije que cada vez que veo el partido más me convenzo de que fue nuestro hasta el último cuarto", explicó, "y contra Paraguay no se pudo jugar. No nos dejaron". "No es una cuestión de actitud", argumentó, "ni de concepto de juego o carácter. A ellos les venía bien el empate y no nos dejaron imponer nuestra velocidad. No pudimos correr".

Fiel al grupo, el seleccionador no tuvo ni un solo reproche para el equipo. "Se han matado todos los jugadores por responder a las expectativas, pero no ha podido ser. No siempre se puede dar lo que se espera", se lamentó. "El resultado es amargo, pero el equipo ha estado muy entero, ha peleado mucho los tres partidos. Nos ha faltado que Nigeria ganara. Eliminados nosotros, me queda felicitar a Paraguay".

¿Y a la afición española qué le diría? Clemente no pudo articular otra frase que ya no hubiera dicho. "Con independencia del resultado", respondió, "le digo que sus jugadores han puesto todo el empeño por satisfacer su deseo, pero no ha podido ser. Nuestra intención era golear a los tres rivales que hemos tenido, y sólo lo hicimos con uno".

El desencanto en el vestuario español era parecido al que se vivía en el de Bulgaria. El seleccionador Hristo Bonev anunció a la salida: "Yo soy una persona de principios, así que después de lo que ha hecho hoy mi equipo, me retiro, dimito. Ya no me compete decir que se impone hacer en el futuro inmediato. Los tres resultados que hemos tenido demuestran lo mal que está al equipo. No nos hemos concentrado ni hemos peleado".

Ni un solo jugador búlgaro añadió un comentario al discurso de Bonev. Stoichkov, tan hablador en la víspera, se retiró mudo.