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Noruega se clasifica para octavos

La selección de Zagalo cayó con estrépito ante el conjunto nórdico

Àngels Piñol

Con estrépito y con crudeza. Brasil cayó ayer ante Noruega y sembró su camino de dudas. Y justo en Marsella, donde tan sólo dos días antes Holanda había ofrecido un festival. A Mario Zagalo le aguarda una pesadilla. Ronaldo, además, sigue sin explotar. La canarinha volvió a demostrar que es una suma de talentos, pero un equipo de lo más espeso. Bebeto había maquillado la actuación de Brasil tras culminar una preciosa jugada del bético Denilson. Pero eso no bastó. André Fló, el excelente delantero noruego, que milita en el Chelsea, marcó dos goles a siete minutos del final. Fue la locura de la afición noruega, que festejó a lo grande su inesperada clasificación. La miseria quedó para los actuales campeones: no perdían un partido desde el Mundial de Italia cuando Argentina les envió para casa.Brasil sólo se jugaba ayer el prestigio. Tenía desde hace días garantizado su pase a octavos donde se cruzará con Chile. Sólo se jugaba el prestigio y la necesidad de seguir la senda marcada por Holanda y Argentina, que habían logrado dos goleadas por 5-0. El listón le quedó muy alto. Zagalo retocó ayer su equipo base, pero, pese a que el equipo no funcionó, no hizo ni un sólo cambio en el equipo. Había prescindido de Aldair, amenazado con sanción, e introdujo a Gonzalves. Algo parecido a lo que esta noche hará Milutinovic, el técnico de Nigeria, ante Paraguay, reservando a quienes tienen ya una tarjeta amarilla. Y luego hubo un cambio forzoso: Sampaio cumplía sanción y permitió que Denilson, la esperanza del Betis para la próxima temporada, debutara en este Mundial. No había jugado demasiado aún en Francia: sólo 23 minutos ante Escocia y 6 ante Marruecos.

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Brasil no funcionó. Cuajó una de sus peores actuaciones en este Mundial. Ni siquiera logró vengarse del 4-2 que Noruega le endosó en un amistoso hace un año. Chirrió por todos lados. Jugando a un ritmo lentísimo, casi a pie, se estrelló repetidamente ante el área de Grodas. Fue otra vez una suma de figuras sin alma de equipo. Bebeto estuvo apagado y Ronaldo se empeñó sin éxito en hacer la jugada de su vida. Intentando acciones imposibles entre tres y cuatro defensores y siempre por el centro del área. Debe empezarle a pesar la tabla de goleadores de Francia: Vieri y Batistuta suman cuatro; Salas, tres y él ha conseguido sólo uno. Igual que Hierro. Brasil tuvo sus mejores ocasiones de disparos en lances desde fuera de área (Leonardo y Rivaldo, éste a balón parado) y en una de Cafú, a un pase precioso de Ronaldo que le sirvió con el pecho.

Mucho más metida en el partido, con la clasificación en juego, Noruega jugó sin complejos respecto a Brasil. Lo tenía todo perdido: Bassir acababa de marcar en Marruecos y en ese momento estaba apeada del Mundial. Arropada por una afición que no dejó de animarla, Noruega tuvo cerca el gol con un par de acciones de Fló. Pero el talento suele decidir. Denilson lo exprimió en una sola jugada: perdió el balón al borde del área, se levantó, lo recuperó y dio un centro preciso para que Bebeto, marcara esta vez a placer. Pero la réplica llegó pronto: André Fló logró lo que más merecía: recogió un pase en profundidad, robó la cartera a Baiano y marcó. Faltaban siete minutos para el final. No le quedaba más vida a los nórdicos. Necesitaban marcar. Y lo hicieron de penalti. A dos minutos del final, Baiano hizo penalti sobre Fló quién no vaciló.

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