Ródenas reivindica la unidad, convicción y fortaleza que mostraron los socialistas en 1982

Clementina Ródenas congregó anoche a unas 250 personas en Valencia en el acto más emotivo de su campaña en las elecciones primarias para convertirse en candidata a la presidencia de la Generalitat. Rodeada de buen número colaboradores de sus equipos municipal y provincial, la ex alcaldesa de Valencia y ex presidenta de la Diputación apeló a la unidad, al orgullo por la labor de los pasados gobiernos socialistas en el Estado y en la Generalitat y pidió a sus seguidores un esfuerzo por recuperar "el espíritu de 1982, cuando luchábamos palmo a palmo por el territorio".

Vicente Soler y José Luis Ábalos, presidente y secretario general de la agrupación comarcal de Valencia, acompañaron a la candidata a pesar de su evidente falta de sintonía en un ejercicio de normalidad demócratica. Ábalos abrió el turno de oradores entre alguna tímida protesta del público, agradeció la invitación y asumió el gesto como una prueba de tranquilidad orgánica. Vicent Sarrià, de las Juventudes Socialistas, alabó a Ródenas como "la mejor candidata" y destacó su "inmejorable labor" al frente del Ayuntamiento de Valencia. Carmina del Río, concejal del equipo de gobierno de la ex alcaldesa, recordó que en 1991 los socialistas obtuvieron 50.000 votos más que los populares en la ciudad de Valencia, votos que contribuyeron a consolidar la mayoría absoluta en las Cortes. Del Río destacó que Ródenas "tiene cuño de garantía" porque ya ha pasado por las urnas. Recordó que las primarias no entrañan ningún dramatismo orgánico puesto que José Borrell y Joaquín Almunia han demostrado que es posible "un liderazgo compartido". Destacó que Ródenas tiene las tres cualidades necesarias para tener madera de líder: inteligencia, pasión y mesura. Y la comparó con la ministra francesa Martine Aubry, porque "prefiere convencer a gustar". Ródenas construyó una intervención emocionada abrigada por "las caras de amigos y compañeros" que compartieron la responsabilidad de gestión y "el dolor" de tener que ceder las instituciones a la derecha que sólo accedió al poder "regateando" con Unión Valenciana. Frente a una derecha autocomplaciente, que practica el autobombo y vive en el feliz mundo de "España va bien, la Comunidad Valenciana va bien", Ródenas apeló a la responsabilidad de los presentes: "Tenemos la obligación de echarles". Y trufó su discurso con términos inequívocos de izquierda: "Después de 25 años quiero estar en primera línea, en una trinchera social, una trinchera utópica desde la que cambiar las cosas". Frente a una derecha que se limita a distribuir favores y defender intereses que carecen de "corazón y de ilusión", Ródenas reivindicó "la solidaridad, el compañerismo, la lealtan y el cariño". "La política es algo hermoso y eso tiene que llegar a la gente". "Me gusta el compromiso y soy apasionada, pero ante todo está la fortaleza". "No podemos plantear un consenso civil si no planteamos un consenso en nuestra propia casa". Y desde la unidad, el asalto a las instituciones que, según Ródenas, los populares han convertido en un esperpento. Los diputados autonómicos Juli Millet, Ernest Fenollosa y Lourdes Alonso; casi todos los secretarios de las agrupaciones de Valencia; el secretario general de FSP-UGT, Luis Lozano; y toda una mesa de jóvenes socialistas se sumaron al aplauso a la candidata que encorajinó a los presentes con un discurso más sentido que político.