Alemania sale del anonimato

¿Dónde estaba Alemania? Alejada del mundanal ruido. Recluida en Niza, en la costa Azul, rodeada por un cinturón de fortísimas medidas de seguridad y por toda una serie de entrenamientos a puerta cerrada. A imitación de España, en este último aspecto, o viceversa. Alemania ha permanecido en el anonimato hasta que no le ha quedado más remedio que salir a escena: debuta esta noche ante la discreta selección de Estados Unidos. Y el seleccionador alemán, Berti Vogts, quiere empezar el Mundial en plan alemán, o sea, avasallando al equipo norteamericano, que accede con su modestia acostumbrada a su tercera fase final consecutiva de un Mundial. Por si había alguna duda sobre la candidatura de Alemania al título, baste un dato: es el único equipo que, desde 1954, ha jugado siempre como mínimo los cuartos de final.Estados Unidos, por contra, es un conjunto sin historia en el que puede ocurrir lo siguiente: un central francés de segunda fila, Davids Régis, se casa con una estudiante norteamericana, y puede debutar esta noche con su recién adquirida nacionalidad. El resto, un grupo de futbolistas de escaso pedigrí con un entrenador estadounidense, Steve Sampson, que asegura que, a balón parado, EE UU es uno de los mejores del mundo.

"Quiero empezar fuerte", manifestó Vogst. "No quiero que nos pase como le ha ocurrido a Italia, que se ha sumido en el caos. EE UU es un equipo preparado, pero nosotros somos los favoritos: debemos vencer". Este es el mensaje de Vogst, que, a sus 52 años, ha disputado ya ocho mundiales: tres de jugador y cinco de entrenador o ayudante técnico. El actual campeón de Europa de selecciones se presenta escocido por una reciente derrota en un amistoso ante Bulgaria (2-1). Y los alemanes heridos son doblemente peligrosos. Con todo, Vogst ha diseñado un grupo tan experimentado que acumula más años que ningún otro del campeonato: su media de edad es de 30 años, con 12 futbolistas por encima de la treintena. Vogst, además, vuelve a confiar en la firmeza de Matthäus, de 37 años, que compite con Olaf Thon por acompañar, desde la demarcación de líbero, a los dos centrales habituales (el también veterano Köhler, y una de las pocas novedades: Wörm, que ganó su puesto por un gran marcaje sobre Ronaldo).