La fiscal destaca el vínculo político de los 5 agresores de Cánovas

Un grupo de cinco jóvenes cohesionado en torno a una "ideología común", cercana a los postulados ultraderechistas, que se manifestaba externamente en una "vestimenta similar" (pelo rapado, cazadoras bomber o botas militares) perpetró la agresión contra dos chavales, que fueron brutalmente apaleados y pinchados con un puño inglés en las inmediaciones de la Plaza de Cánovas de Valencia, en enero de 1994. Esa es la opinión de la fiscal encargada del caso, que solicitó ayer penas de entre nueve y tres años de prisión para los procesados, simpatizantes de un grupo neonazi, Acción Radical, cuando sucedieron los hechos. La acusación pública -que lamentó que muchas de las declaraciones de los testigos del caso pudieran ser falsas, por lo que instó al tribunal a que se investiguen- retiró la acusación de homicidio en grado de tentativa tras la presentación de los informes periciales, discrepantes respecto a si la herida con arma blanca padecida por uno de los agredidos pudo ser letal o no. Las dos acusaciones particulares no hicieron lo mismo. Ambas mantuvieron la acusación de homicidio en grado de tentativa contra los supuestos agresores, de entre 16 y 18 años cuando sucedieron los hechos. Ahora, la mayoría de ellos están desvinculados del grupo neonazi con el que sintonizaban entonces.