5.000 personas piden la readmisión de los dos despedidos de Metro

Más de 5.000 personas tomaron ayer el centro de Madrid en solidaridad con los empleados de Metro en huelga. Los manifestantes, que partieron a las siete de la tarde desde la Puerta de Alcalá, reclamaron la readmisión de los dos empleados del suburbano madrileño despedidos por la dirección de la empresa. Ambos mantienen una huelga de hambre frente a la Asamblea en protesta por su despido.

La manifestación de ayer fue la mayor de cuantas ha convocado desde hace seis meses el comité de huelga de Metro. El éxito de la convocatoria se produce cuando menos apoyo tiene el comité, en el que sólo quedan dos de los seis sindicatos de Metro, CCOO y Solidaridad Obrera.Las otras cuatro centrales, UGT, Sindicato de Conductores, USO y Sindicato Libre, han firmado un acuerdo con la dirección de Metro y respaldan el convenio.

La respuesta masiva a la manifestación fue posible gracias a que trabajadores de CCOO en otras empresas con problemas laborales, como Bimbo y Telefónica, apoyaron a sus compañeros de Metro. A la marcha se unieron también destacados dirigentes de Izquierda Unida, como Ángel Pérez (coordinador regional), y Nueva Izquierda, así como concejales del Ayuntamiento de Madrid, diputados de la Asamblea, el secretario general de CCOO-Madrid, Rodolfo Benito, y un grupo de unos trescientos integrantes del Movimiento Okupa.

Todos ellos corearon consignas contra el Gobierno de Alberto Ruiz-Gallardón y a favor de la readmisión de los empleados de Metro despedidos por su actuación como miembros de un piquete informativo. "Cuando despiden a alguien del comité de huelga se ha pasado la raya", explicaba el concejal de IU Julián Rebollo.

La manifestación sembró el caos en el centro de la capital, que sufrió un atasco monumental. Los manifestantes tardaron más de una hora en cruzar la plaza de Cibeles para dirigirse hacia la Puerta del Sol, donde tenía que haber concluido la marcha a las nueve de la noche. Una vez allí, se encaminaron por la calle de Preciados hacia la de San Bernardo, donde se encuentra la sede de la Asamblea, para solidarizarse con los dos huelguistas. Jóvenes okupas realizaron pintadas en las fachadas del Banco de España, del Cuartel General del Ejército y de El Corte Inglés. La policía no intervino.