Amigos del PP

MANUEL PERIS La frase merece pasar a alguna antología más allá de estos museos de lo efímero que son los periódicos. El consejero de Industria Diego Such aseguró el pasado miércoles ante las Cortes Valencianas que "el PP tiene muchos amigos" y que "todos los empresarios de la Comunidad Valenciana son amigos del PP". Such pretendía de esta manera salir al paso de las acusaciones de amiguismo realizadas por la oposición respecto a la adjudicación de las estaciones de la Inspección Técnica de Vehículos (ITV). Desde el punto de vista de la lógica el razonamiento de Such es impecable, no puede haber discriminación por amistad dado que todos son amigos. Claro que a esa premisa mayor que aceptaremos como buena ("Todos los empresarios de la Comunidad Valenciana son amigos del PP") se le podría dar otra vuelta de tuerca no menos lógica: "los que no son amigos del PP no son empresarios". Muy interesante, aunque hubiera sido aún más pedagógico si dijera que todos los valencianos son amigos del PP y por consiguiente que quien no es amigo del PP no es valenciano. Lo malo de algunos políticos del PP es que se les entiende todo. En cualquier caso estas declaraciones sobre la amistad recuerdan otras que el pasado domingo publicó este periódico en una entrevista que tampoco tenía desperdicio. El nuevo vicepresidente quinto de Bancaja, el empresario de la construcción Enrique Roig, confirmaba en dicha entrevista las informaciones según las cuales había renunciado a obtener beneficios en la venta de su vivienda a Eduardo Zaplana, había declinado resarcirse de los gastos que comporta toda transmisión inmobiliaria e incluso dejado de cobrarle los beneficios de las obras de reforma de la residencia. Roig ofrecía además una curiosa explicación para su conducta, con los amigos no hace negocios. "Me parece reprobable sacar beneficio de un amigo", afirmó. La actitud del amigo de Zaplana, Enrique Roig, que por otra parte es militante de Unión Valenciana, sería un aval para la teoría de Such: "Todos los empresarios son amigos del PP" incluso, habría que añadir, los de Unión Valenciana. Sin embargo y aún dejando de lado consideraciones éticas, jurídicas y políticas sobre el asunto que empiezan ya a formularse, se abren también algunos interrogantes. Pero pasemos de especulaciones y recurramos a la lógica construyendo otro silogismo. Premisa mayor: "Todos los empresarios son amigos del PP" (Tesis de Such). Premisa menor: "Los amigos de mis amigos son mis amigos (adagio popular). Conclusión: todos los empresarios son amigos. Ahora encadenemos otro silogismo aplicando la doctrina de Enrique Roig sobre la amistad a esta primera conclusión. Todos los empresarios son amigos (premisa mayor). Es reprobable sacar beneficios de los amigos (premisa menor). Conclusión: Los empresarios no pueden hacer negocios entre ellos. Evidentemente no es sólo un atentado a la economía de mercado, es un disparate. Habrá que pensar por tanto que la doctrina Roig sobre la amistad y los negocios constituye una excepción en el mundo empresarial valenciano y sólo cabe manifestar una sana envidia respecto al presidente Zaplana por disfrutar de una amistad tan singular como la de este promotor que construye 5.000 viviendas al año y regala alguna que otra. Y finalmente habrá que subrayar el carácter bíblico de la relación entre Zaplana y Roig. Dice el Eclesiastés que el que encuentra un amigo, encuentra un tesoro. Y tanto y tanto.