Cena en Jerusalén

La viabilidad económica del túnel, con el que se tardaría una hora en viajar de Madrid a Valladolid, pasa por que las propuestas de las constructoras no eleven el coste de toda la línea (de 160 a 200 kilómetros, según los trazados) por encima de 250.000 millones de pesetas. Es decir, algo más de 1.000 millones por kilómetro, según el ministro Arias-Salgado, que desea conjugar, además, el respeto al medio ambiente con el menor plazo de ejecución posible. "Sólo se construirá si es viable desde el punto de vista técnico, financiero y medioambiental", afirmó.El consejero de Obras Públicas, Luis Eduardo Cortés, se enteró ayer en Israel de las intenciones de Fomento. Sin noticias directas, Cortés sólo pudo hacer conjeturas: "Entiendo que el ministro ha querido decir que sólo si es inviable construir un túnel largo bajo el valle del Lozoya para el tren de velocidad alta se optaría por otras posibilidades". Acto seguido, Cortés empezó a trabajar para que el kilométrico túnel -propuesta que, según definió, "coincide con la opción de la Comunidad"- sea viable. Para ello se reunió en una cena con los responsables de cuatro grandes constructoras que forman parte del séquito empresarial que acompaña a Ruiz-Gallardón por Israel. "Voy a pedirles que afinen al máximo los presupuestos para presentar un proyecto viable", dijo el consejero antes de compartir mantel con ACS, Dragados, Ferrovial y FCC. Cortés es optimista: "Creo que van a salir los números". El consejero no quiere por ello pensar en ninguna otra de las opciones barajadas ayer por el ministerio.