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La Casa de los Orduña ya es el décimo museo de Guadalest

La Casa de los Orduña se convirtió ayer en el décimo museo de Guadalest, una pequeña localidad turística de la Marina Baixa que sólo cuenta con 161 habitantes. El edificio que ayer inauguró el presidente de la Generalitat, Eduardo Zaplana, es también el siímbolo de los esfuerzos de los ciudadanos de Guadalest por explotar sus propios recursos turísticos. La casa fue comprada a sus antiguos propietarios por 135 millones de pesetas, que fueron reunidos por todo el pueblo. Ahora es propiedad municipal. El séquito presidencial siguió el recorrido de la llave de la casa, que fue transportada de mano en mano por los habitantes del pueblo. A continuación, Zaplana recorrió las cincos plantas del edificio. Después de un año de obras la Casa de los Orduña, construida en fases sucesivas durante los siglos XVII y XVIII, alberga desde ayer una sala de exposiciones, la colección de obras de arte y pertenencias de los señores de Orduña, además del archivo y la biblioteca municipales. El museo es la construcción más emblemática del pueblo después del castillo de San José. En ella vivieron los Orduña, familia originaria de Vizcaya que alcanzó gran importancia en las dos Marinas, por la importante actividad política y social de sus miembro los siglos XVII, XVIII y XIX.

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