La confrontación destaca en el debate presidencial a seis días de las elecciones

Los ocho candidatos a la Presidencia de Chile han participado esta noche de lunes en el último debate, organizado por la Asociación Nacional de Televisión (Anatel), a seis días de la elección del 16 de noviembre, y a diferencia de otros encuentros han apostado por la confrontación. En un foro que se ha extendido por más de tres horas, el ultraderechista José Antonio Kast ha dirigido sus ataques al Gobierno de Gabriel Boric y a la candidata oficialista, Jeannette Jara, militante comunista, a la que ha llamado “de continuidad”, en diversas ocasiones. Ambos, de acuerdo a las últimas encuestas conocidas, son los favoritos para pasar a la segunda vuelta programada para el 14 de diciembre. La abanderada de la derecha tradicional, Evelyn Matthei, interpeló en diversas ocasiones a Kast, porque en la oposición está la principal tensión de esta etapa de la campaña, pero el candidato del Partido Republicano no enganchó con la economista y no se movió de su estrategia de atacar a la izquierda en todas sus dimensiones. El único que probablemente se ha mantenido en su libreto y su estilo, sin enredarse con los competidores, ha sido Johannes Kaiser, el libertario ultra que ha desplazado a Matthei en el tercer lugar, que ha prometido “el aumento de pena en todos los delitos” y a cambiar la ley vigente que permite el aborto bajo tres supuestos, sobre todo por la causal de violación.

Pero incluso Jara, que fue ministra del Trabajo de Boric, tomó distancia del presidente y cuando le preguntaron por la forma en que el chileno saludó al mandatario argentino Javier Milei -no se levantó de su asiento para darle la mano en el cambio de mando en Bolivia del fin de semana-, la candidata aseguró: “Yo habría saludado a Milei de pie”. Indicó, además, que tiene un estilo diferente al de Boric, que entregará el poder el próximo 11 de marzo cuando haya cumplido recientemente 40 años.

Jara, Kast, Kaiser y Matthei son los que tienen opciones en llegar a La Moneda, pero han debatido con el populista Franco Parisi, el independiente Harold Mayne-Nicholls (expresidente del fútbol chileno), el ultraizquierdista Eduardo Artés y Marco Enríquez Ominami (exsocialista que se presenta por quinta vez a la Presidencia), todos con menos en un 10% de acuerdo a los estudios de opinión. A diferencia de otros foros, los postulantes han arriesgado ante las audiencias televisivas, aunque a Kast se le ha observado contenido y excesivamente cuidadoso. Dejó entrever sus definiciones en términos morales -dijo que cree en la vida desde la concepción hasta la muerte-, pero estratégicamente, como lo ha hecho en esta campaña, no se ha centrado en las libertades individuales, sino en defender lo que considera una prioridad: un Gobierno de emergencia.

A Matthei, lo dijo esta noche, no le gusta lo del Gobierno de emergencia de Kast, porque explicó que Chile tiene una prioridad, la inseguridad pública, pero a su vez otras necesidades, como la salud, la educación y la vivienda. Fue Matthei la que primero utilizó expresiones coloquiales en el debate -dijo que Chile se irá a la cresta si no se enfrenta el Tren de Aragua y el terrorismo-, pero no fue la única. Jara: “Hay algunos que tienen menos calle que pantuflas”. Enríquez le dijo a Parisi: “Profesor Chantisi”, de chanta, embustero. Parisi, a su vez, le recordó a Matthei que no sacó el título de ingeniera comercial. Las frases dejaron al descubierto un ánimo de los candidatos de arriesgar en la cuenta regresiva de esta campaña, donde seis de los ocho quedarán en el camino a partir del domingo. Las controversias fueron acompañadas por otras grandilocuentes, como la de Matthei: dijo al menos en dos ocasiones que los delincuentes en un Gobierno suyo “se irán a la cárcel o al cementerio”.

En el debate se abordaron temas obligados, además de la delincuencia, como la economía, Venezuela, derechos humanos y la dictadura de Augusto Pinochet, la militancia de Jeannette Jara, que reiteró su apertura a congelar su afiliación al PC o, directamente, renunciar a la fuerza política donde milita desde los 14 años. Matthei, bastante menos contenida que en otras ocasiones, interpeló a Kast por haberse presentado con un vidrio blindado en un evento en Viña del Mar: “Las medidas de seguridad no se comentan, se ejercen. Miedo no tengo, los que tienen que tener miedo son los delincuentes”, aseguró él, en su línea de no entrar en descalificaciones con los otros postulantes de derecha, que necesitará a partir del lunes si es él quien pasa al balotaje con Jara.

En el minuto de cierre, un broche de oro: Kaiser, que le quita electorado a Matthei y a Kast, saludó a la exministra de Piñera en su cumpleaños 72. Le pasó una flor rosada, que ella se puso en el escote.

Ya fuera del set televisivo, a Kast le preguntaron por su contención. Con su ironía habitual, acompañado de su esposa y de colaboradoras mujeres, respondió: “Así soy. Calmado, tranquilo, moderado”.