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La estrategia de campaña de Kast para conquistar el esquivo voto femenino

A diferencia de la presidencial de 2021, el republicano esquiva los temas sobre libertades individuales y pone a mujeres en cargos de alta responsabilidad en su equipo

José Antonio Kast
Antonia Laborde

Cuatro años atrás, el ultraconservador José Antonio Kast ganó la primera vuelta en las elecciones presidenciales chilenas con un programa en el que se comprometía a eliminar el ministerio de la Mujer, a derogar la ley de aborto en tres supuestos y donde rechazaba expresamente la aprobación del matrimonio homosexual y la posibilidad de que parejas del mismo sexo pudieran adoptar. Su círculo de hierro era predominantemente masculino y los equipos de temas clave como economía y seguridad eran liderados por hombres. En segunda vuelta, el voto femenino apoyó abrumadoramente al izquierdista Gabriel Boric, especialmente las más jóvenes, consideradas determinantes en su triunfo. El mismo grupo que jugó un papel importante para tumbar la segunda propuesta constitucional liderada por la derecha radical, vista por muchas como un texto que ponía en riesgo sus derechos. La estrategia de Kast en esta campaña presidencial, la tercera en la que compite, es distinta.

La narrativa que ha construido el Partido Republicano para hacerle el quite a los denominados temas valóricos es que Chile se encuentra en una crisis y requiere un “Gobierno de emergencia” enfocado en tres ejes: seguridad, economía y reforma social. Kast aparece puntero en los sondeos junto a la candidata de la izquierda, Jeannette Jara, exministra del Trabajo de Boric. En las últimas semanas ha encadenado un retroceso pequeño, pero constante, que lo tiene a siete puntos de Evelyn Matthei, la presidenciable de la derecha tradicional y liberal. En su pasado de parlamentaria votó a favor del divorcio, de la píldora anticonceptiva del día después y del aborto en tres causales.

Kast dijo a El Mercurio que la ciudadanía conoce las posturas de su partido sobre los asuntos relacionados a las libertades individuales y que no se van a “mover para hablar de temas que hoy día no son las urgencias sociales que la gente quiere que se solucionen”. Por su parte, Arturo Squella, presidente del partido y portavoz de la campaña en materias políticas, apuntó en Canal 13: “En términos culturales uno puede seguir defendiendo nuestras posiciones, pero no vamos a generar debates o conflictos que no nos permitan avanzar en recuperar la seguridad”. Con este discurso, que han seguido al pie de la letra, los temas valóricos han estado casi ausentes en los debates, cuando falta un mes y medio para la elección del 16 de noviembre.

Un movimiento revelador de la estrategia de Kast ha sido el nombramiento de la abogada Beatriz Hevia, de 32 años, a cargo de seguridad, la principal preocupación de los chilenos y el primer eje de su plan del Gobierno “para implementar un cambio radical”. Hevia presidió el Consejo Constitucional liderado por la derecha dura en 2023 para cambiar la Carta Magna y que el 55% chilenos rechazó, poniendo fin al proceso constituyente tras dos intentos fallidos. La abogada ha acompañado al candidato desde su primer intento por llegar a La Moneda en 2017. Cuando la directiva republicana le pidió presentarse a consejera constituyente, ella veía las relaciones internacionales del centro de estudios del Partido Republicano, un símil a la española Fundación Disenso, presidida por Santiago Abascal, líder de la formación de extrema derecha VOX.

A Hevia se la ha visto en actividades de campaña en distintas regiones y foros, pero ha mantenido un perfil mediático más bien bajo. “Me ha tocado formar parte del equipo de seguridad, coordinando el trabajo de expertos en el área, con conocimiento técnico y práctico de la realidad que enfrenta nuestro país, entre ellas fronteras, migración irregular, crimen organizado, narcotráfico, comercios ilícitos y crisis penitenciaria”, publicó hace unos días en sus redes sociales.

Una de las primeras mujeres que apareció en la primera línea del equipo de Kast, al que se le achaca la falta de nombres que podrían desempeñar un cargo en un futuro Gobierno, fue la abogada y directora del Centro de Estudios Ideas Republicanas, Carmen Soza. Es la jefa del programa de 39 páginas, que se aleja notoriamente de la batería de medidas que abarcaba el programa de 204 páginas de 2021. Soza, de 46 años, trabajó en la Fundación Jaime Guzmán, donde coincidió hace unos 15 años con Squella y con Cristián Valenzuela, uno de los mayores estrategas de la campaña del republicano. También fue parte del equipo de políticas sociales de la subsecretaría del ministerio Hacienda en el primer gobierno de Sebastián Piñera (2010-2014), de la derecha tradicional, y en su segunda Administración (2018-2022) fue asesora técnica de la Dirección de Presupuestos (Dipres).

En el equipo programático, responsable del eje social -el tercero de los tres puntos claves de la hoja de rurta-, figura la socióloga María Jesús Wulf, de 35 años, quien ha acompañado a Kast desde 2017 y que también trabajó en la Fundación Jaime Guzmán. Una de las mujeres del círculo de Kast que ha tenido mayor protagonismo en la campaña es la secretaria general del partido y coordinadora de Mujeres, la diputada Ruth Hurtado. En la campaña anterior lideró los temas sobre la Región de la Araucanía y sus alrededores, una zona de conflicto permanente que ha crecido en intensidad. Kast le sacó más de 20 puntos de ventaja a Boric en esa zona en las elecciones pasadas. Esta vez Hurtado está enfocada en lo más político e institucional, junto a Squella.

Conscientes de que requieren más mujeres, en mayo de este año tanto Wulf como Hurtado expusieron en el Encuentro de Coordinadoras Regionales del Estamento Mujeres para potenciar la participación femenina en el partido. El 16 de noviembre se conocerá si los cambios de equipo y programa provocarán el cambio que buscan en las urnas. En la segunda vuelta de las elecciones presidenciales pasadas, salvo las mayores de 70 años, las mujeres apoyaron a Boric por sobre Kast, especialmente las menores de 30, donde el 68% votó por la opción de izquierda, mientras que un 32% por la de la extrema derecha, según un estudio de la plataforma electoral DecideChile de Unholster.

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Sobre la firma

Antonia Laborde
Periodista en Chile desde 2022, antes estuvo cuatro años como corresponsal en la oficina de Washington. Ha trabajado en Telemundo (España), en el periódico económico Pulso (Chile) y en el medio online El Definido (Chile). Máster de Periodismo de EL PAÍS.
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