Los choques entre Kast y Jara marcan el primer debate presidencial a dos meses de la elección
Los ocho candidatos abordan las medidas para combatir el crimen organizado, la migración irregular y el desempleo
A casi dos meses de las elecciones presidenciales de Chile, por primera vez los ocho candidatos que aspiran llegar a La Moneda el próximo marzo han participado la noche de este miércoles en un -a ratos incendiado- debate. La mayor tensión se produjo entre el republicano José Antonio Kast y la comunista Jeannette Jara, representante de la izquierda, quienes cada semana se disputan el primer lugar en las encuestas. Y eso se notó desde, literal, el primer minuto del encuentro marcado por las diferencias para salir del estancamiento económico, combatir la crisis de seguridad y frenar la entrada de migrantes irregulares. Evelyn Matthei, de la derecha tradicional, va tercera en los sondeos y en las últimas dos semanas ha recortado la distancia significativa con los dos más respaldados.
Antes de entrar en materia chilena, Kast arrancó su intervención lamentando la muerte del activista ultraconservador y estrecho aliado de Donald Trump, Charlie Kirk, de 31 años, asesinado este miércoles en un acto público en una universidad a las afueras de Salt Lake City (Utah). El ánimo del debate comenzó incendiado desde el comienzo a raíz del reportaje del canal Chilevisión que reveló un ejército de bots destinados a desprestigiar tanto a Matthei como a Jara.

La aspirante de la izquierda presionó para que Kast contestara si obedecían a su campaña. El republicano, esquivando la respuesta, le solicitó pedirle perdón por haber “mentido” respecto a él en un foro en el que señaló que el Partido Comunista genera incertidumbre sobre la inversión. “No te voy a permitir que me trates de mentirosa y te lo digo aquí y claramente: tú has sido el que ha levantado mentiras en este país y de manera cobarde”, dijo la candidata de la izquierda. Y agregó: “Reconoce que tus aliados usan un ejército de bots y trolls. Eso es lo que está al centro de este debate”.
Finalmente, tras ser presionado, Kast aseguró que los bots no pertenecían a sus seguidores. Matthei, por su parte, se desmarcó del rifirrafe y aseguró: “Seguimos divididos, pido que cuidemos la democracia… Me interesa que la señora Juanita esté tranquila en casa”.
Esta es una de las elecciones más polarizadas del país sudamericano. A los tres líderes en las encuestas (Kast, Jara y Matthei), se suman Johannes Kaiser, del Partido Libertario; Eduardo Artés; Franco Parisi, del Partido de la Gente, una fuerza populista; y los independientes Marco Enríquez-Ominami (exsocialista) y Harold Mayne-Nicholls.

Un tema obligado durante la campaña ha sido el combate a la delincuencia, que tiene al país con cifras de sensación de inseguridad. Consultados por una medida diferenciadora, Matthei aseguró que la situación “está cambiando la calidad de vida”, y que no hay “una sola bala de plata” para combatirla. “Ni la zanja, ni las cárceles, tiene que hacerse un cambio integral y para eso tengo 12 medidas distintas coordinadas que van a depender de la Presidencia de la República en mi Gobierno”, planteó. Kast recordó que hace cuatro años, en su segundo intento por llega a La Moneda en 2021, propuso levantar una zanja en la frontera. “Cuatro años después, hay 125.000 inmigrantes más y vamos a terminar este Gobierno con 150.000”, sostuvo.
Vinculado al incremento de los homicidios, se les preguntó quién tiene un arma de fuego para defensa personal. El único que alzó la mano fue Kast, quien dijo poseer un revólver con cinco balas. Sobre si flexibilizarían el control de armas, Kaiser dijo que el problema no eran las armas legales, sino los fusiles de asalto que no se compran en armería. Jara planteó que el 52% de las armas incautadas el año pasado estaban inscritas, por lo que propone crear una Agencia de Control Nacional de Armas. El libertario apuntó que las armas incautadas incluyen las entregadas voluntariamente y de gente que ha fallecido por que que el dato entregado por la aspirante de la izquierda “no sirve de nada”.
Matthei, en tanto, mencionó una batería de medidas para fortalecer la seguridad, “pero que cada uno tenga que tener un revólver para defenderse, perdón, que el Estado cumpla con su responsabilidad, que no lo está haciendo”. La estrategia de la candidata ha sido mostrarse conciliadora y sin entrar en controversias con el resto de los candidatos, lo que la ha diferenciado de Kast y Jara. Matthei, quien relanzó su campaña recientemente tras unos meses de haber perdido el liderazgo en las encuestas, se ha centrado en su estrategia de convocar a la unidad y alcanzar consensos políticos.

Uno de los momentos más complejos que vivió Matthei fue cuando Parisi debía hacerle una pregunta dirigida y enseñó una imagen de Piñera con la palabra “Traición”, acusándola de haberlo traicionado, en alusión al PiñeraGate, uno de los primeros escándalos políticos de la transición democrática chilena, el que protagonizó junto con el entonces senador Piñera (1949-2024).
Tras una extensa pausa, la candidata de la derecha tradicional planteó que los chilenos la conocen y reconoció haber cometido errores. “Pero con el presidente Piñera logramos recomponer (la relación) totalmente. Tanto es así que me nombró ministra y nos quisimos enormemente y lloré cuando murió y ahora su familia me acompaña”, respondió sobre el apoyo que le ha dado la exprimera Dama Cecilia Morel y sus hijos. “Eso es lo que quiero para los chilenos, que a pesar de los problemas que tuvimos y que todavía están en nuestro ambiente con el 11 (de septiembre, fecha del golpe de Estado de 1973), podamos mirar para adelante como un solo equipo”.

Jara, por su parte, fue embestida tanto por Kast, pero también desde la izquierda. Enríquez-Ominami, quien alguna vez fue socialista e intenta por quinta vez una campaña presidencial. “Su ausencia en los debates dejaron un espacio para que se extendieran las ideas de derecha”, le dijo, y agregó: “Cuando dejó de ir a los debates, se escondió, no lo vuelva a hacer, tienen malas idea, pero no muerden”, señaló respecto a los foros en los que estuvo ausente. La candidata respondió que decidió participar de este debate y no de los anteriores “que organizaron los empresarios porque a mí no me pautean”.
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