«La historia y el tiempo son las claves del éxito para triunfar en cine y en TV»

Profesor y director del programa de guiones de la Escuela de Teatro, Cine y Televisión de la Universidad de California (UCLA), en Los Ángeles, Richard Walter es uno de los grandes guionistas cinematográficos de Estados Unidos, y sus clases son famosas por la pasión y el sentido común que transmiten. Por eso ha conseguido que un gran número de sus alumnos escriban algunas de las páginas más brillantes de las teleseries y películas de la última década. Cheers, Melrose Place, La ley de Los Ángeles, Robocop o Parque Jurásico son algunos ejemplos. Hoy finaliza en la Universidad de Navarra el seminario que Walter ha dirigido para profesionales españoles bajo el título The whole picture (La imagen completa), contando su experiencia y su colaboración con Hollywood.Pregunta. ¿Cuál es la receta mágica para triunfar escribiendo guiones?

Respuesta. Lo más importante es tener una buena historia. Si únicamente se tiene una idea, entonces no se tiene nada. Los diálogos agudos o los personajes con perfiles definidos son importantes, pero sólo en el contexto de una historia. Lo fundamental es crear acontecimientos, hechos dramáticos, cosas que ocurran conectadas por una melodía de pensamientos y frases que te obligue a seguir escuchando. En definitiva, el desafío no es tener una gran idea, sino tener una historia.

P. Sin embargo, hay muchos guionistas con buenas historias que no llegan a las pantallas.

R. Además de la historia el otro factor clave para triunfar es el tiempo. Hay que saber esperar. La producción requiere tiempo. El propio Aristóteles decía que no era suficiente con ser bueno, sino que se necesitaba ser afortunado.

P. ¿Qué consecuencias genera la, cada día, más estrecha interrelación entre series de televisión y películas de cine?

R. Realmente las fronteras se han roto y hay pocas diferencias. Las películas cada vez se parecen más a las series de televisión. Ahí está James Bond o la trilogía de La guerra de las galaxias . Aparecen como carísimos episodios de series. Pero desde el punto de vista del arte una buena historia lo es en cine o en televisión, y funcionará en ambas. Ahí están los casos de Roots (Raíces) o Massada , lo mismo que Kramer contra Kramer , una pequeña historia familiar que funcionó muy bien en el cine.

P. Existe una tendencia a creer que los productos que exige la audiencia deben tener escasa calidad.

R. No. Creo que las audiencias son inteligentes. En la UCLA creemos que son inteligentes. Con excepciones, los espectadores siempre han seguido las buenas historias, en cine y en televisión.

P. ¿Se atrevería a elegir las mejores series de la última década?

R. Sólo conozco a fondo la televisión norteamericana. Yo citaría a Los Simpsons . Los norteamericanos llevan años reconociendo a sus propias familias en la familia Simpsons, y citaría también a Seinfeld, un cómico y sus amigos que llevan nueve años de éxito total, y cuyo último episodio dejó paralizado a todo el país.

P. Las teleseries norteamericanas siguen siendo líderes mundiales, a pesar de sus particularidades culturales y estéticas. ¿A qué cree que se debe este fenómeno?

R. A que la calidad y el éxito en las expresiones dramáticas son internacionales porque son, en el fondo, condiciones humanas. Las diferencias en gustos o estilos son realmente pequeñas en comparación con lo que compartimos todos los seres humanos. No hay razón para que una película china no pueda triunfar en mi país o una española en Oriente Próximo.