El Rayo sucumbe ante el Sevilla
El Rayo Vallecano prosiguió su lánguida marcha de derrotas, mientras el Sevilla recupera la esperanza por poder promocionar. Al Rayo no le bastó con tener el control del balón, ni con tocar y tocar. La sociedad entre Onésimo y Ezequiel Castillo intentó sin lograrlo cortar el entramado defensivo de un Sevilla que siempre prefirió esperar atrás. Las tarjetas rojas a José María primero, y a Ezequiel Castillo en el segundo tiempo, accionaron la espoleta de la desilusión rayista. Y comenzó el bombardeo del Sevilla.Onésimo era el hombre más determinante del Rayo y parecía desesperado al ver cómo su socio en el mediocampo, Ezequiel Castillo, se marchaba a los vestuarios tras propinar un puñetazo a Marchena -que también tuvo que abandonar el partido sancionado-. Onésimo bajó la cabeza y su gesto fue el de todo un equipo. El técnico Yosu Ortuondo, desde la banda, perdía su mirada en la nada.
El Rayo había manejado la pelota en el centro del campo, lo había intentado una y otra vez contra un Sevilla que sólo se preocupó por recuperar y contragolpear sin miramientos. Logró su propósito en el primer cuarto de hora con un gol de Carlos, que tras avanzar desde la izquierda disparó a gol ante la fallida salida de Julen Lopetegui.
La segunda mitad fue de las más dolorosas que sufrió el Rayo esta temporada. A los madrileños no les salía nada. Moreau ingresó tarde y poco pudo hacer para imprimir efectividad a un ataque que se mostró inepto sin el goleador Prieto.
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