España se ampara en los jugadores y Brasil en la cancha
Los brasileños han perdido sólo una eliminatoria en casa en esta década
La eliminatoria que España disputará en Porto Alegre (Brasil) a partir de mañana -hoy se celebra el sorteo- está instalada entre la contradicción y la incertidumbre. Por la calidad individual de los jugadores, el equipo español no debería tener problemas para salvar esta primera ronda y clasificarse para los cuartos de final de la Copa Davis (el balance de los enfrentamientos anteriores es de 4-1 para los españoles). Sin embargo, en esta especial competición, los brasileños son temibles en su casa. Hay un dato definitivo: de las seis eliminatorias del Grupo Mundial que han disputado en Brasil en la década de los noventa sólo han perdido una.Ateniéndose a los datos de los jugadores, la balanza se inclina a favor de España. Àlex Corretja (7º mundial) es el jugador mejor clasificado de la eliminatoria, por delante del brasileño Gustavo Kuerten (l0º), campeón de Roland Garros el año pasado. Y Carles Moyà (17º) supera con mucho a Fernando Meligeni (67º), segundo jugador de Brasil. En el doble puede pesar, sin embargo, la mayor experiencia conjunta de Kuerten y Jaime Oncins (168º). Corretja y Javier Sánchez han disputado juntos sólo un torneo del circuito y con poca fortuna.
Pero todo este equilibrio puede quedar anulado por el hecho de que la eliminatoria se disputa en Brasil. Un público tan pasional como aquél ha determinado el desarrollo de muchas eliminatorias. Y no hay ningún motivo para que no intente hacer lo mismo contra España. Hay datos que avalan esta afirmación. Desde 1990, Brasil ha ascendido y descendido del Grupo Mundial en varias ocasiones. Sin embargo, cuando ha estado entre los grandes sólo ha perdido una vez jugando en casa: contra Estados Unidos (con Jim Courier y Malivai Washington), en la primera ronda del año pasado. Se aseguró la permanencia en Florianopolis derrotando a Nueva Zelanda por 5-0.
Algunas de las victorias de Brasil en casa parecían imposibles. Un buen ejemplo es el ascenso que lograron en 1996 frente a Austria, en Sao Paulo. El punto que determinó la confrontación (2-1) lo ganaron Kuerten y Oncins en el doble, cuando Thomas Muster se negó a continuar en la pista por la lluvia de insultos y de otras cosas físicas y tangibles que le estaba cayendo. El partido estaba 2-0 en, el cuarto set, con dos mangas arriba los brasileños que, ya sin Muster, ganaron los dos últimos individuales.
Con anterioridad y con un equipo mucho más mediocre que el actual -compuesto por Luiz Mattar, Jaime Oncins y el doble Motta-Roesse-, Brasil alcanzó las semifinales de la Copa Davis, tras eliminar consecutivamente a Alemania en Guaruja y a Italia en Maceio. Los alemanes contaban en aquella época con Boris Becker y Carl Uwe Steeb y formaban el doble con el campeón de Wimbledon y Eric Jelen. Y los italianos tenían a un Camporese mucho más en forma del que el año pasado decidió la derrota de España en Pesaro.
"Brasil tendrá posibilidades si juega muy bien, pero muy bien", señala Manuel Santana, capitán del equipo español. "Nuestros jugadores están mejor clasificados que ellos. Corretja es uno de los tenistas más fuertes del circuito gracias a sus piernas y a su sensacional revés. Moyà golpea bien por ambos lados. Son dos jugadores diferentes, pero que tienen en común una calidad técnica de primera línea". El propio capitán se plantea más dudas al hablar del punto del doble: "Será un punto necesario si el duelo está empatado, o crucial para sobrevivir si estamos perdiendo. Pero son cosas en las que de momento no he pensado", concluyó. Corretja agregó que acude a Porto Alegre como número uno -y debutante en los individuales- "con voluntad de ganar y con la tranquilidad de que el resultado depende de nosotros".
Estas afirmaciones demuestran el excelente estado psicológico del equipo español. Y esa toma de conciencia será necesaria para sacar adelante una eliminatoria que en teoría no debería ser excesivamente complicada. Pero desde hace ya muchos años España suele tener problemas en sus desplazamientos.
Baste constatar que desde el año 1990, o sea en esta década, el equipo español ha ganado sólo tres eliminatorias fuera de su territorio de las nueve que ha llegado a disputar. Y las victorias han llegado en Rusia (1990), Corea (1993) e Israel (1996).
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