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Morientes se gana el puesto

España realizó un partido convincente tras arrancar con dos goles del madridista

Santiago Segurola

Un espectacular arranque de partido llevó a España a un convincente triunfo sobre Suecia. Contra las previsiones, que hablaban de la dispersión mental que generan las obligaciones en la Liga y en las competiciones europeas, los jugadores españoles actuaron con dinamismo, atención y contundencia. Unos porque se encuentran en un excelente momento -caso de los jugadores del Barça-, otros porque encuentran en la selección un sitio para olvidarse de los problemas -Raúl, por ejemplo-, y los más novatos porque persiguen un puesto en el Mundial. Morientes fue el más expeditivo: en los cinco primeros minutos había marcado dos goles, la clásica prestación que obligará a Clemente a meterle en la lista final.Clemente, que no dispone de tiempo y partidos para ajustar nuevas piezas, alineó a Iván Campo, Fernando y Morientes, tres futbolistas jóvenes que tienen la oportunidad de beneficiarse de las bajas que acusa la selección. La atención se dirigía principalmente a Morientes, un jugador que reúne algunas características interesantes. De corte poderoso, con la típica morfólogía del delantero centro a la antigua, sus condiciones añaden un perfil diferente al de Kiko, Alfonso y Raúl, delanteros de más talento que sintonizan en la misma frecuencia: son segundas puntas.

Morientes es otra cosa. En realidad se divide en dos futbolistas: dentro y fuera del área. Dentro merece crédito porque tiene instinto y aptitudes para el gol. Su capacidad rematadora es magnífica, no tanto por el dichoso olfato de los realizadores, sino por la propiedad de sus acciones. Define mucho mejor de lo podría esperarse en un futbolista que se encuentra bastante incómodo fuera del área. El análisis de sus goles en la Liga nos muestra un surtido amplísimo de remates y de excelentes decisiones. Algo de eso se observó frente a Suecia. Su primer tanto fue una cuestión de oportunismo; el segundo resultó brillante en todos los aspectos: Amor envió un buen pase a Raúl, que mejoró la jugada con un taconazo maravilloso hacia Morientes, que disparó con violencia y precisión.

Los dos goles de Morientes mejoran de forma considerable sus perspectivas para acudir a la Copa del Mundo. Siempre conviene tener al rematador de toda la vida. Su prestación coronó el espléndido arranque de la selección española, que pasó por encima de los suecos.

Con un juego rápido, aseado y eficaz, España disfrutó del partido en todas las líneas. La defensa apenas pasó dificultades y los centrocampistas tuvieron espacio y tiempo para jugar. El más beneficiado fue Hierro, que sufre en el centro del campo cuando se siente muy exigido. Esta vez pudo emplearse con la velocidad de crucero que le caracteriza. Hierro ponía aquí y allá la pelota, siempre en condiciones. Sergi se aprovechó de la situación para hacer su kilometraje habitual en la banda izquierda, que le perteneció en exclusiva, hasta el punto de suprimir a Fernando, primer testigo del desaforado despliegue del lateral.

Luis Enrique y Raúl completaron con acierto el juego de ataque. Raúl se adentró varias veces en la media punta, donde hizo valer su sentido para combinar. Luis Enrique estuvo en lo suyo: con una excelente condición física y con el sentido voluntarista que le caracteriza, superó a Sundgren en cada una de sus frecuentes incursiones por la banda derecha. Sumados todos los factores positivos, más una cierta falta de beligerancia de los suecos, España abrió una brecha en el juego y en el resultado.

La segunda parte fue más discreta, por descosida y por un descenso apreciable en el juego de la selección española. Suecia amagó en los primeros minutos, pero regresó muy pronto a la mediocridad. Clemente realizó los cambios previstos -salieron todos los jugadores del Real Madrid y entraron los dos del Atlético (Kiko y Santi)- y dio cuartelillo a todo el mundo.

En el fragor de los cambios, se perdió el hilo del partido, que terminó embarullado. Lo único destacable fue el tanto de Etxeberria, otro que se apunta al Mundial. Mejor que su remate con la izquierda fue la explosiva incursión de Sergi, que llegó como un tiro hasta la raya de fondo y metió un buen centro hacia el segundo palo. De alguna manera, esa jugada reivindicó la excelente actuación del lateral azulgrana y el estilo general del equipo: directo, rápido y eficaz.

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