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Dimiten los desprestigiados dirigentes del Newcastle

La crisis que hizo temblar al Newcastle United concluyó dramáticamente la madrugada de ayer cuando la junta directiva del club anunció con gran alivio que sus dos máximos y desprestigiados dirigentes habían renunciado. La dimisión fue instantáneamente aceptada. Freddy Shepherd, presidente del club, y Douglas Hall, el número dos, son historia. Para los fans británicos, el amargo y vergonzoso capítulo de supuestas fanfarronadas, alcohol y mujeres durante un loco fin de semana en Marbella ha terminado. Al menos de momento.El fin fue ignominioso para el dúo que insultó a las chicas de Newscatle llamándolas "perras feas" y estafó a la hinchada con un lucrativo negocio de camisetas. Sus andanzas fueron reveladas hace nueve días por el semanario sensacionalista News of the World, cuyo propietario, Rupert Murdoch, acaba de entrar audazmente en el campo del deporte con la millonaria compra del principal equipo de béisbol en California.

La dimisión de Shepherd y Hall se produjo a altas horas de la madrugada, poco tiempo después de que el directorio del Newcastle les hubiera lanzado un ultimátum: o renuncian o se cae el equipo, la empresa, la industria y la calle que se desgañita admirando a astros como el delantero Alan Shearer, a quien el dúo aparentemente había ridiculizado en una borrachera llamándolo "un Mary Poppins".

Los detalles de la histórica reunión permanecen fragmentarios y contradictorios. Ronco y ojeroso, un participante de la sesión se limitó a decir: "Fue una noche muy larga, tensa y ruidosa".

Los ingredientes para una encendida discusión estaban ahí. Todos saben cómo eran Shepherd y Hall antes de que los responsables de la empresa, confiaran al dúo la dirección del equipo. Mientras unos culpaban a los jefes y los jefes se defendían afirmando ser víctimas de una superdesagradable sorpresa, Sir John Hall, padre de Douglas y patricio de Newcastle, emergió con una fórmula de compromiso que a todos pareció digna. Sir John se ofreció a abandonar su jubilación y volver a la. dirección de la gloria deportiva de su tierra para extraer su nombre del barro. Y resumió el sentimiento de muchos rindiendo cortés homenaje a Shepherd y Hall que, según dijo, fueron víctimas de una velada malévolamente organizada por la prensa sensacionalista.

Mientras Sir John Hall volvía a la silla presidencial con gesto digno, Sir Terence Harrison, el hombre que maneja las acciones del club en la bolsa endulzó el panorama con estadísticas que demuestran un asombroso crecimiento del poder económico del club. En medio año, las ganacias del Newscastle han pasado de 6,4 millones de libras a 11,6 millones. Sir Terence -que sucumbió ante la tentación de trabajar para uno de los más destacados representantes del fútbol inglés y abandonó la presidencia de la Rolls Royce-, dijo: "El directorio aprecia la decisión de Douglas Hall y Freddy Shepherd de dejar sus funciones a fin de permitir que el club se concentre en la seria empresa de ganar partidos de fútbol".

Si en algo están de acuerdo los jefes del Newcastle es en que, de momento, lo importante es restaurar el prestigio en la cúpula. En la cancha ya lo tienen bien ganado. Pero la coordinación es indispensable desde una importante perspectiva sicológica: el Newcastle tiene que vencer al Sheffield United en las semifinales de la Copa.

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