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JUEGOS OLÍMPICOS DE INVIERNO

Terremoto en Nagano y fracaso de Tomba

La 'Bomba' se retira del eslalon, que gana un noruego teñido de rojo y tiembla la tierra

Sólo faltaba un terremoto. Un movimiento de tierra de magnitud 5 en la escala de Richter sacudió a las 9.55 horas de ayer, apenas 25 minutos después de comenzar la primera manga del eslalon masculino, las regiones central, este y norte de Japón, incluído el monte Yakebitai, en Shiga Kogen. No pasó nada, salvo el leve susto, y Alberto Tomba no pudo echarle la culpa a su mala actuación. La Bomba bajó un cuarto de hora antes y cedió casi dos segundos al austríaco Thomas Sykora, que acabaría siendo bronce. Se puede decir que Tomba ha puesto su punto final en la élite.Para completar el terremoto ganó un noruego con el pelo teñido de rojo, Hans-Petter Buraas, que lleva dos años en la Copa del Mundo y su mejor tarjeta de visita era sólo un segundo lugar en el eslalon de Kitzbuhel, el pasado 26 de enero.

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Tomba bajó como un dinosaurio. El resucitado para la hora olímpica Sykora había hecho 55.06 segundos; el siempre peligroso y gran especialista austríaco Thomas Stangassinger, campeón en Lillehammer 94 (donde Tomba aún agarró la plata como un clavo ardiendo), 55.63 y el completo noruego Furuseth, 55.53. Tomba, con el dorsal 6, lento y falto de convicción, se fue a 57.00. Cuando terminó y vio el tiempo en el marcador electrónico casi no le hacía falta. Sabía que había puesto su rúbrica olímpica de despedida. Para qué salir después. Tenía el tiempo l7º y hubiera sido una humillación bajar como un segunda serie.

Buraas, un tremendo atleta de 1,90 metros y sólo 22 años, es la nueva estrella noruega. Bajó después que Tomba en la primera manga, e hizo 55.28 segundos, segundo mejor tiempo tras Sykora. En la segunda se aprovechó de un error del austríaco, al que se le metió un bastón entre las piernas y bastante hizo con recuperarse y salvar el podio. Le superó para la plata incluso Furuseth. La "armada noruega" ha vuelto a demostrar su fuerza. Stiansen fue cuarto y Jagge, el campeón de Albertville 92, séptimo. La prueba fue un asunto Noruega-Austria, porque Christian Mayer, reconciliado con su federación, acabó quinto, y Stangassinger, nada fino, sexto.

Buraas, que no participó en gigante, ha dicho que va a empezar a prepararse en supergigante y descenso para intentar batir a Hermann Maier, el hombre completo. Y mostró su desparpajo cuando se le preguntó por su técnica y por el color de su pelo: "Yo no sé que técnica tengo. Sólo intento esquiar deprisa, eso es todo. Y ya me he teñido de blanco, de negro, de azul... yo qué sé. Sí, la primera vez a mi madre no le gustó, pero ahora lo lleva bien. El hacerlo de rojo es porque sabía que ese color iba a gustar en Japón". Y en día de terremoto.

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