Clemente confía en que la crisis de los clubes no los afecte
El desfondamiento de los dos grandes de la Liga, Madrid y Barça, ha disparado el interés por el amistoso que España jugará mañana en el estadio Saint-Denis de París. El reto de Javier Clemente es demostrar que la enfermedad de los clubes más poderosos no afecta a la buena salud de la selección, invicta desde el 9 de julio de 1994. Pese a tener el espinazo roto por las bajas -Hierro, Guardiola y Kiko, así como Guerrero, no están en la convocatoria por lesión- el seleccionador confía en que el equipo mantendrá su fiabilidad defensiva al tiempo que reitera su devoción por Raúl.
Clemente entiende que el zurdo madridista mantiene su buen estado de forma -la ausencia de goles en las últimas jornadas la atribuye simplemente a un asunto casuístico: se está en racha o no- y está convencido de que la utilidad y el rendimiento de los zagueros del Barça, el cuarto equipo más goleado del campeonato, será diferente en la selección, sobre todo porque la concepción del sistema defensivo y sus elementos son diferentes.
Para varios internacionales del Barcelona, jugadores como Nadal, Amor, Ferrer y Pizzi, la selección es un marco ideal para expresar el trato injusto de suplentes que les dispensa Van Gaal y ofrecerse como soluciones a los problemas que se le acumulan en el bloc de notas al entrenador holandés. Hay ganas por constatar asimismo el funcionamiento en otro esquema de futbolistas como Abelardo o Sergi, zarandeados a veces en el Camp Nou, y como siempre, de Raúl. El partido contiene, eneste sentido, mucho interés.
Valor terapéutico
El choque puede tener un valor terapéutico trascendente. La resaca de la última jornada de liga fue abordada ayer desde un punto de vista menos crispado por sus protagonistas. El más locuaz fue Amor, uno de los jefes del vestuario azulgrana: "Acudo a la selección con la misma ilusión y entusiasmo de siempre, con independencia de los resultados del equipo. No tengo ningún ánimo de revancha, ni intención de demostrar que el técnico se equivoca si no me pone en Barça". Y después, eso sí, en referencia a lo sucedido el pasado domingo, invitó a la reflexión: "Prefiero disfrutar de nuestras victorias antes que de las derrotas del prójimo. Mucha gente se consuela con que el Madrid pierda; entonces parece como si tu resultado no fuera tan malo, y no es eso. Hay que preocuparse de uno mismo. Hablando del rival lo que haces es apagar los problemas que puedas tener tú y no darte cuenta de lo que pasa. No es fácil encontrar una explicación a lo que sucede. Frente al Deportivo, y a diferencia de encuentros anteriores, el adversario marcó más el ritmo y además no aprovechamos la derrota del Madrid".A Alkortam la situación de la Liga no le ha pillado desprevenido: "Yo ya intuí el año pasado, estando en el Madrid, que las diferencias entre los dos grandes y los pequeños iba disminuyendo, y más en los partidos de campo contrario. Pasa algo raro".
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