Absueltos de narcotráfico por haber sido víctimas de un montaje policial
La Sección Decimoséptima de la Audiencia Provincial de Madrid ha absuelto a tres jóvenes de un supuesto delito de narcotráfico porque el Cuerpo Nacional de Policía hizo un montajepara provocarlo. Según consta en la sentencia,"se montó una operación encaminada a proporcionar, a cualquier precio, éxitos notables al Grupo XVIR de la Brigada de la Policía Judicial de Madrid".
Los tres jóvenes- a quienes se imputó el supuesto delito son Manuel Maldonado, de 28 años de edad; Marcos García Valiente, de 23, y la novia de este último, María Jesús Villa, de 20. Los dos primeros, para quienes el fiscal pedía una pena de nueve años, han permanecido en prisión durante 18 meses, hasta que el pasado 21 de noviembre el juez ordenó su puesta en libertad.Los hechos sucedieron en los primeros días de abril de 1996. El jefe del Grupo XVIII de la Brigada de la Policía Judicial de Madrid, Miguel Ángel Álvarez Martínez, encargó a un confidente, Luis Miguel Calderón, que estableciera algún contacto para poner en marcha una operación contra el narcotráfico y, de esta manera, proporcionar prestigio al citado grupo policial, recientemente creado.
Por este motivo, Calderón se puso en contacto a través de un amigo común con Marcos García, quien entonces trabajaba como relaciones públicas en una discoteca, y le pidió que consiguiera droga para un supuesto comprador que venía del País Vasco y que, en realidad, era el propio jefe de Policía. A cambio le entregaría 100.000 pesetas.
García, tentado por el ofrecimiento, habló con el otro acusado, Manuel Maldonado, y ambos terminaron por aceptar el ofrecimiento. De esta manera, se realizaron diversos contactos y entrevistas fallidas para efectuar el pase o venta de la droga. En uno de ellos estuvo presente la acusada, María Jesús Villa, aunque no participó. Todo estaba supervisado por Álvarez, jefe de Policía.
El 14 de abril, un proveedor llevó al domicilio de Maldonado un paquete que contenía un kilo de cocaína del 79,2% de pureza. Al día siguiente, García y María Jesús, quien no sabía nada del negocio, le recogieron con la droga y siguieron en un coche a otro vehículo conducido por Calderón hasta la calle Félix Rodríguez de la Fuente, donde se supone que se iba a afectuar la venta.
"Actuación inconcebible"
"No ocurrió así", continúa -el fallo judicial, "porque funcionarios policiales que allí aguardaban, como parte de un dispositivo de vigilancia montado por Álvarez, basándose en las continuas informaciones que le facilitaba Calderón,, procedieron a la detención de los tres y a la aprehensión de la cocaína".
Asimismo, el juez establece que "lo que parecía un vulgar caso de tráfico de cocaína comenzó a adquirir extraños perfiles cuando declaró como testigo Miguel Angel Álvarez". Asimismo, afirma que "no es concebible una actuación semejante en un aparato policial moderno".
La sentencia continúa: "Se montó una operación encaminada a proporcionar a cualquier precio éxitos notables a un grupo recientemente formado: creando artificialmente el caso, si no se descubría espontaneamente uno real. En cualquier caso, la cruzada contra el narcotráfico justificaba la acción".
Por su parte, uno de los tres magistrados que forman el tribunal ha emitido un voto particular, en el que afirma que " se desconoce si la sustancia la portaban Marcos y Manuel o si, por el contrario, la misma había sido puesta,en circulación por Miguel Angel Alvarez, jefe del Grupo XVIII".
El abogado de uno de los acusados, Manuel Ollé Seré, declaró ayer que está muy satisfecho con el contenido de la sentencia. Igualmente, indicó que es necesario que la Policía deje de cometer este tipo de actuaciones y adelantó que el próximo mes de febrero habrá nuevos juicios, por causas similares a ésta, en los que también está involucrado el Grupo XVIII de la Brigada de la Policía Judicial.
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