El Tenerife se ahoga en sus penas
El Atlético de Madrid empató a falta de un minuto y jugó con 10 desde el 33
, El Tenerife tampoco pudo comenzar el despegue y ya se meteen puestos de descenso directotras empatar ante el Atlético deMadrid en un partido que comenzó muy bien para el equipocanario pero que tuvo un finalamargo para los de casa. El Atlético de Madrid logró rehacersedel mal juego de la primera mitad y con más confianza que surival logró empatar en la recta final del choque.El Tenerife salió lanzado con el apoyo de su público y se empleó a fondo desde el principio para buscar con insistencia la portería de Molina. En el primer tiempo, el control fue del equipo canario, que pareció olvidarse de su complicada situación clasificatoria y combinaba paciencia y verticalidad cuando tenía el balón y orden y contundencia cuando el rival contraatacaba. Pero por encima de consideraciones técnicas o tácticas, el Tenerife de ayer empleó mucha garra, mucho corazón, y esto le llevó continuamente a robar balones que provocaban situaciones de peligro. Una muestra del coraje fue el primer gol del conjunto insular. Un balón suelto queparecía controlar Santi lo convirtió Makaay con su fe en una opción de gol que el holandés no desaprovechó.
El Atlético de Madrid estaba desconcertado. Las ausencias importantes del conjunto madrileño y el empuje de su rival hicieron que el grupo de Antic se viera envuelto en una maraña ante la que poco podía hacer. Incluso los nervios hicieron acto de aparición y Caminero no retuvo su enfado ante un golpe en la cara de Robaina y le propinó una fuerte entrada al grancanario que le supuso la expulsión directa.
El estado de ánimo de unos y otros era completamente distinto y eso se notaba en el campo. El Tenerife seguía con los dientes apretados y Kodro logró plantarse de nuevo delante de Molina que le tuvo que derribar cuando entraba en e 1 área. Iturralde pitó penalti pero sólo le enseñó tarjeta amarilla al portero atlético, pensando quizá que la jugada posterior de Kodro no iba a ser una oportunidad manifiesta de gol. En cualquier caso, el delantero bosnio no falló la pena máxima y amplió las diferencias para su equipo.
En la segunda mitad, el Tenerife salió a aguantar a su rival que estaba obligado a arriesgar para nivelar la contienda. Las mejores opciones del Atlético fueron las jugadas a balón parado y su mejor artillero fue el italo-brasileño Andrei, que puso en aprieto en tres ocasiones a Ojeda. Antic, ante la debilidad ofensiva de su rival; se la jugó a la mitad de la reanudación y buscó la velocidad de Futre por la derecha. De todas formas, fiel a la más pura tradición atlética, el, peligro seguía viniendo de los córneres, y así a falta de 12 minutos, José Mari aprovechó un lanzamiento de Pantic.
El fantasma del empate comenzó a merodear por el estadio Rodríguez López y esa sensación tomó cuerpo cuando Pantic logró batir a Ojeda a falta de un minuto lo que llevó la desilusión más absoluta a los aficionados tinerfeños.
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