La infanta Cristina y Urdangarín visitan a las víctimas de la catástrofe de Melilla

La infanta Cristina y su marido, Iñaki Urdangarín, visitaron ayer a los damnificados por la catástrofe del depósito de agua de Melilla y acudieron al acto ecuménico que se celebró en el Pabellón de Deportes en memoria de las 11 víctimas mortales que ha ocasionado la riada. La noticia del fallecimiento de otro de los heridos provocado por la acción devastadora del agua llegaba a Melilla coincidiendo con la presencia de los Duques de Palma de Mallorca, quienes en todo momento estuvieron acompañados del vicepresidente primero del Gobierno, Francisco ÁlvarezCascos.

Nonout El Yousfy es el nombre de la última persona fallecida. Murió el pasado domingo en el hospital Carlos Haya de Málaga. La mujer, de unos 70 años, presentaba traumatismo craneal que se complicó en los últimos días con una infección severa que no fue capaz de soportar. Con su muerte son ya 11 las víctimas de la avalancha de agua, lodo y piedra que barrió diversas zonas de Melilla el pasado 17 de noviembre.Aún se encuentran sin casa 128 personas. Los 20 millones de litros que contenía el depósito siniestrado afectaron seriamente a sus viviendas. Los bajos de un bloque completo de la urbanización Averroes quedaron totalmente destruidos. Los duques de Palma de Mallorca pudieron comprobar en el lugar los efectos de la riada. Los residentes del barrio, que salieron a la calle para recibirlos, los vitorearon a pesar de que el presidente de la asociación de vecinos había anunciado que ésta no iba a participar en el acto religioso porque la visita de los miembros de la Casa Real y del Gobierno se producía demasiado tarde.

De esta misma opinión eran algunos comerciantes, quienes hubieran preferido que los ilustres visitantes se hubiesen acercado a Melilla antes para conocer de cerca los efectos de la tragedia. "Ahora está todo limpio y arreglado. No es lo mismo. Una imagen vale más que mil palabras", comentaba un panadero de una de las calles más afectadas. La infanta Cristina,su esposo y Álvarez Cascos recorrieron los barrios dañados por el agua. También acudieron al Hospital Comarcal de Melilla, donde aún permanecen ingresados cinco heridos cuyo estado ya no reviste gravedad. En compañía de las primeras autoridades civiles y militares de la ciudad autónoma asistieron al acto religioso en el que un representante de cada una de las cinco culturas que se dan cita en Melilla -hebrea, musulmana, católica, hindú y gitana- leyeron de la torá, versículos del Corán , la Biblia y citas evangélicas en un pabellón repleto de público. Las 4.000 personas que lo abarrotaban se mostraron emocionadas en diversos momentos de la ceremonia, que se inició con un minuto de silencio en recuerdo de las víctimas.