"Me quisieron enterrar vivo"
Vicente Miera ha pasado 40 de sus 57 años dedicado al fútbol. Se confiesa cántabro, español y católico, y asegura que no ha venido a Sevilla a vegetar en Segunda. En una ciudad donde aumentó su etiqueta de hombre serio y en la que bajo su mando perdió la imbatibilidad la selección, Miera es capaz de contar chistes, en momentos delicados para el Sevilla, y afirmar con rotundidad, que él ganó el oro de los Juegos Olímpicos para el fútbol español.Pregunta. ¿Es usted más serio que El Viti?
Respuesta. Son etiquetas que te ponen. A mí no me lo parece. Serio en mi trabajo sí que lo soy, pero también me gusta el cachondeo y contar chistes de vez en cuanto.
P. ¿Cuál es el último?
R. Un padre que está ilusionado con el niño que toca el violín estupendamente. Invita a casa para una audición al director de la orquesta de la ciudad. Después de agasajarlo, comienza el niño a tocar una pieza. Cuando finaliza, el padre pregunta: '¿Qué tal la ejecución , maestro?' Hombre una ejecución me parece excesivo, pero un par de bofetadas sí que se merece.
P. ¿Tiene ya casa en Sevilla?
R. No, no tengo casa, o sea que cuando tenga que marcharme tampoco pierdo mucho.
P. ¿No piensa quedarse mucho tiempo o qué?
R. Creo que voy a quedarme mucho tiempo porque voy a hacer un buen equipo.
P. ¿Le han tirado de las orejas por decir que su equipo no tiene mucha calidad?
R. Yo trato de reflexionar bastante lo que digo, pero en el fútbol siempre se habla más de lo debido y las cosas se interpretan de muy distinta forma. Pero si es verdad que cuando estás más excitado dices más verdades.
P. ¿Tiene gafe Sevilla para Vicente Miera? Lo digo porque aquí perdió la selección su primer partido con usted en el banquillo.
R. Sí, perdí un partido contra Francia que no tenía mucha importancia, pero también estaba yo dentro cuando ganamos a Malta por 12-1. Recuerdo que llamé a Miguel Muñoz desde Holanda y le dije: "Oye que podemos hacerlo, sólo hay que aprovechar las ocasiones".
P. Y ¿qué le dijo cuando se consiguió el resultado?
R. Nada. Pero hay una foto del abrazo que nos dimos cuando estábamos en el foso, que la tengo enmarcada en casa porque refleja la angustia que pasa y la emoción del momento.
P. Entonces ¿descartamos el gafe para justificar los resultados?
R. En fútbol no se gana con el nombre. Las cosas hay que trabajarlas, pensarlas, y este es un equipo que está pagando este año todo lo que se hizo mal el año pasado: gasta mucho dinero, das 15 bajas y traes once nuevos más los que están en casa. Vender por cuatro y comprar por dos será una buena operación pero la Segunda División no es desde luego un paseo militar.
P. ¿Es usted mejor seleccionador que entrenador de Segunda?
R. Me ha gustado siempre mucho el fútbol internacional, pero del fútbol me gusta todo: los partidos, las concentraciones los entrenamientos. Desde los 17 años estoy en esto, luego hace ya 40 que me dedico al fútbol.
P. ¿Es mejor seleccionador Clemente que usted?
R. Hombre, yo digo como Cristóbal Colón cuando le pedían explicaciones. El decía 'Yo he descubierto América, tú no'. Pues yo les digo a los demás que han hecho mucho: 'yo he sido campeón olímpico, tú no'.
P. ¿Imagino que se lo agradecerían enormemente en la Secretaría de Estado para el Deporte?
R. No, nada. A Cortés Elvira le interesaba mucho el baloncesto pero el fútbol nada. No le arreglaron la mili a ninguno de los futbolistas, caso de Amavisca, Manjarín, y otros que fueron a la selección porque se solucionaron ellos los problemas. Superamos todas las dificultades y a partir de conseguir la medalla olímpica me degradaron. Estuve silenciado y humillado.
P. ¿Sabe porqué ocurrió eso?
R. Pues - porque los que tenían poder apostaron por otros porque nos les pareció bien lo que había conseguido porque los metí en un lío.
P. ¿Un lío?
R. Sí, porque lo fácil hubiera sido que las cosas hubieran ido mal y entonces me hubieran enterrado mal, pero al conseguirlo me tuvieron que enterrar vivo y no muerto.
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