López Zubero: "No quiero gastar cinco horas cada día si no voy a ganar"
Martín López Zubero explicó ayer por primera vez los motivos por los que ha decidido poner punto final a su brillante carrera de nadador. "Sería muy difícil para mí ganar en los Mundiales, y no quiero gastar cinco horas cada día si no voy a ganar. Para mí fue un sueño sumar mi cuarta victoria en los 100 espalda en los Europeos de Sevilla. Quiero terminar como un campeón". Desde su domicilio de Gainsville (Florida) y en conversación telefónica con este diario, Zubero contó que quien en realidad dio a conocer su retirada el pasado lunes a través de un mensaje enviado por Internet a su club, el CN Sabadell, no fue él sino su hermano David.La edad, el nuevo trabajo al que se dedicará a partir de enero, las fechas del Mundial... Martín argumenta que no hizo oficial el anuncio de su retirada ya en los pasados Europeos de Sevilla porque prefirió darse un compás de espera y hablar antes sobre su futuro con su padre José Luis y su hermano David, dos personas cuyo criterio es decisivo en todas y cuantas decisiones atañen a su carrera. No concede ninguna importancia al fracaso de la negociación de las contrasprestaciones económicas por participar en los Mundiales d e Perth, llevada a cabo por su padre y miembros de la Federación Española de Natación, ni tampoco a la lesión de espalda que le martirizó durante mucho tiempo. "Ahora estoy bien físicamente. Lo más importante en mi decisión es que no quiero competir más. Tengo 28 años y ya soy muy viejo para ello. He estado ya en muchas competiciones durante demasiado tiempo".
Proyectos
Los proyectos de López Zubero, sí han pesado en su renuncia. "Quiero hacer otras cosas en la vida. Estoy muy ilusionado. En enero voy a empezar a trabajar en un club privado de Tampa como entrenador de niños pequeños. No sé si como técnico puedo ser tan bueno como nadador. Tengo que aprender muchas cosas y comunicarme con los niños va a ser muy importante. En el futuro espero poder estar en un club más grande". Martín, plusmarquista mundial de los 200 espalda, bicampeón mundial y campeón olímpico en Barcelona 92, se graduará dentro de seis semanas en sus estudios de administración.La doble sensación que experimenta en el momento de su adiós la expone el mejor nadador español de la historia: "Estoy un poco triste pero me alegro al mismo tiempo. Hace 25 años que nado. Hay mucha presión en la competición de alto nivel. Todo el mundo pensaba que cada vez que me tiraba a la piscina iba a ganar. He tenido una carrera muy buena. He estado diez años con el equipo nacional. Fue una experiencia increíble, con muchos campeonatos y muchas medallas. Pero lo más importante para mí han sido los amigos que, he hecho, Joaquín Fernández, Sergi López, los entrenadores, la federación... No he tenido ningún problema".
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