El Mérida anotó su primera Victoria

El Mérida rompió el maleficio y se anotó su primera victoria. Mejoró tímidamente su imagen de grupo y lo que parecía una caída imparable. Al menos respira. Lo contrario que su rival que hace parada y fonda en la crisis. Las exigencias de triunfo marcaron un partido jugado al filo de la navaja.

Agitó el partido el Salamanca con una propuesta abierta y seria. Cuatro defensas bien pertrechados, Giovanella y Taira de guardias pretorianos ante la zaga, tres liberados en la mediana y Pauleta de francotirador. Un trabajo bien esquematizado que dio su fruto con continuas llegadas ante el área de Montoya. El Mérida volvió a reproducir su esquema básico y una sensación de impotencia se apoderó de la grada. Nervioso, sin ideas.

Pero el Salamanca agotó pronto su. crédito y se desfiguró. Sin brillar, el Mérida encontró espacio. El Salamanca, confundido y vacilante, abrió puertas, y el Mérida pudo, por fin, jugar con el marcador a su favor. Situación tan inusual obligó al Salamanca tras el descanso a arriesgar con una salida explosiva pero más cargada de intenciones que de recursos ofensivos. El Mérida administró su patrimonio con cierta coherencia. Ni se atrincheró ni especuló alegremente en ataque. El sufrimiento se vivió más en las gradas y en el palco con susto incluido para el presidente del Mérida, José Fouto, que después de una lipotimia pudo exteriorizar su alegría.