Romario proclama que saldrá de noche cuando le apetezca
Romario lanzó ayer un corte de mangas verbal a todos aquellos que cuestionan su bohemio estilo de vida, sus salidas nocturnas, su afición al baile y todo eso. Su mensaje fue clarísimo: le gusta salir de madrugada, lo necesita y no va a modificar sus hábitos lo diga quién lo diga. Sus declaraciones, realizadas en una inesperada conferencia de prensa convocada por él mismo, fueron explosivas y contundentes. El Valencia no ha contestado todavía, pero basta recordar unas no muy lejanas palabras de Francisco Roig, el presidente ("los jugadores que se dediquen a la dolce vita tendrán que buscarse equipo"), para pronosticar tempestad en Mestalla.
El brasileño no ha sido convocado para el encuentro que el Valencia debe disputar hoy en Vigo. Una "faringitis", según la versión oficial, le impidió entrenarse el jueves, y Ranieri le excluyó de la lista para que gane ritmo competitivo trabajando durante el fin de semana. La polémica saltó en Mestalla porque el jugador fue visto hasta altas madrugada del viernes en varios pubs de la ciudad. Y la sorpresa llegó ayer: cuando se suponía que Romario iba a buscar excusas o a refugiarse en el silencio, el futbolista se destapó con unas declaraciones en las que lo reconocía todo y anunciaba más de los mismo sin disimulo.
"Hace 18 años que juego al fútbol, comentó el brasileño, "y la nohe siempre ha sido amiga mía. El día que el presidente vino a ficharme le comenté que la noche me encanta y que cuando no salgo, no marco. El día del Palmeiras salí por la noche, llegué a las siete de mañana al hotel luego, marqué tres goles. Desde entonces no he vuelto a salir más y los goles no llegan, así que habrá que empezar a salir por las noches. Salí el jueves, salí ayer [por el viernes], saldré hoy [por ayer], y la próxima semana creo que haré igual. Y a quien no le guste...".
"Sí, pero salir por la noche el mismo día que uno no se entrena por sufrir faringitis...", sugirió uno de los periodistas que, atónitos, escuchaban las palabras del brasileño en la ciudad deportiva de Paterna. Romario, no dudó en su respuesta: "¡Pero hombre!, cuando salgo, bailo con las piernas, no con la garganta. ¿Comprendes? Eso es así, ¡coño! Yo no bebo, no fumo. La garganta no resulta afectada".
Nueva pregunta "¿Y si algún compañero le pide explicaciones por sus salidas?" Y nueva contundente respuesta: "¿Compañeros? ¡Joder! Los compañeros, que se jodan. Si vienen a hablar conmigo de este tema los mando ya sabéis dónde. No les tengo que dar explicaciones sobre estas cuestiones".
El régimen interno del Valencia prohíbe a los jugadores llegar a sus casas más tarde de las 23.30 horas. Da lo mismo: "No llego tarde a los entrenamientos. Si tengo que hacer dos o tres sesiones al día, las hago. Pero cuando salgo de la ciudad deportiva soy el dueño de mi vida y hago lo que quiero. Mi vida privada es mía. Y si queréis, cuando salga, os llamo y os digo estoy en tal o tal bar. Yo no me escondo".
"Todo esto pasa", añadió, porque no estoy jugando y el equipo está perdiendo. Eso sí, dentro de dos semanas la gente pedirá que yo salga porque volveré a marcar goles. Es así". Lo que Romario tiene claro es que no se rebajará a pedir permiso a su técnico para salir. Y está seguro de que no será multado en el Valencia por su estilo de vida: "Si tienen que multar a la gente que sale, muchos se dejarán su dinero ahí, y no sólo jugadores. Creo, no estoy seguro, que no soy el único jugador que sale por las noches, ni siquiera que salió el jueves. Pero Romario es Romario y los otros son los otros".
Para terminar, el brasileño aseguró que las críticas que recibe de los medios de comunicación, lejos de preocuparle, fortalecen su ego: "Si llego a marcar dos goles ante el Athletic, esto no habría pasado. Estoy acostumbrado a esto y es un desafío más para mí. Estas tonterías pasan en Holanda, en Brasil y en todas partes. Si marco goles, la gente escribe. Y si no lo hago, escriben también, pero sobre la noche. La gente siempre tiene que escribir de mí y me parece bien".
Las palabras de Romario retumbaron horas después en la concentración del Valencia en Vigo. Zubizarreta, el capitán, lanzó balones fuera: "Lo que los jugadores le tengamos que decir a Romario se lo diremos a la cara y en el vestuario". Y el club, aunque en un principio anuncio un comunicado, optó finalmente por guardar silencio. Lo que está claro es que el asunto no se acaba aquí. La semana promete.
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