_
_
_
_

El PSE insta al PNV a que el Gobierno vasco lidere la política antiterrorista

Pedro Gorospe

El tercer congreso de los socialistas vascos finaliza hoy en Vitoria con el nombramiento del vizcaíno Nicolás Redondo Terreros como sustituto de Ramón Jáuregui al frente de la secretaría general. Los delegados del Partido Socialista de Euskadi-Euskadiko Ezkerra (PSE-EE- aprobaron ayer una resolución política en la que condicionan renovar, tras las próximas elecciones, el acuerdo de gobierno con el PNV a que el próximo Ejecutivo vasco lidere con decisión la política antiterrorista.

El pacto entre las familias de Vizcaya y Guipúzcoa devolverá el poder al socialismo más obrerista de Vizcaya y el diseño de las estrategias al vasquista guipuzcoano Jesús Eguiguren. La nueva ejecutiva, que tendrá un 40% de mujeres e incorporará a varios alcaldes y dirigentes jóvenes, pretende profundizar en el aislamiento político de Herri Batasuna.Los socialistas entienden que la sociedad ha recuperado en los últimos meses la iniciativa social frente al terrorismo, y consideran necesario dar una respuesta coherente desde la unidad de los partidos a la banda armada y los grupos que la respaldan. Además, exigirán al Gobierno vasco que haga lo propio, una condición imprescindible para formar parte de un próximo Ejecutivo de coalición. "Ya no es suficiente que el Gobierno vasco, las diputaciones y los ayuntamientos administren bien y desarrollen el Estado del bienestar. Es necesario un cambio sustancial en el que el Gobierno vasco sea el centro de las decisiones que afectan a cuestiones esenciales de nuestra convivencia", cita la propuesta de resolución política firmada por todas las familias del partido.

El congreso arrancó el viernes en Vitoría con varios objetivos claros, como la búsqueda de una ejecutiva cohesionada y renovada, que pusiera fin al desconcierto de tantos discursos socialistas como familias conviven en el País Vasco. Incluso antes del anuncio de Jáuregui de que abandonaba la secretaría general, el PSE vivía una batalla interna en la que los liderazgos provinciales impedían al partido mantener una voz única en los grandes debates. Esas diferencias se dejaron ver el viernes durante la votación de la gestión de la Ejecutiva saliente, en la que uno de cada cuatro delegados se abstuvo o votó en contra. La mayoría de las críticas se centraron en la escasa firmeza del PSE frente a los nacionalistas en el Gobierno vasco y en las instituciones en las que gobiernan en coalición.

La renovación del partido dejará en manos del senador Mario Onaindia la secretaría de Educación, Cultura y Euskera, como número tres efectivo del PSE, mientras que Txiki Benegas seguirá como presidente sin más funciones adicionales a su cargo. Aunque la lista todavía no era oficial, ni estaba cerrada ayer tarde, sorprendió que la remodelación de las secretarías provinciales de Guipúzcoa y de Vizcaya fuera un hecho mientras que Fernando Buesa era firme candidato para seguir al frente de los socialistas alaveses y mantenerse así en la ejecutiva como vocal.

El nuevo secretario provincial de Vizcaya será Patxi López, parlamentario en la Cámara autonómica y vocal en la ejecutiva, mientras que Guipúzcoa quedará en manos del actual vicepresidente del Parlamento vasco, Manuel Huertas.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Pedro Gorospe
Corresponsal en el País Vasco cubre la actualidad política, social y económica. Licenciado en Ciencias de la Información por la UPV-EHU, perteneció a las redacciones de la nueva Gaceta del Norte, Deia, Gaur Express y como productor la televisión pública vasca EITB antes de llegar a EL PAÍS. Es autor del libro El inconformismo de Koldo Saratxaga.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_