"Para peinarse ya está Cipollini"

Fernando Escartín, líder del equipo Kelme, por el que ha renovado, y quinto en el último Tour, es el mejor español en lo que va de Vuelta.Pregunta. No sé si después de lo que está haciendo en esta Vuelta se podrá ser impertinente con usted.

Respuesta. No. Todo el mundo tiene sus defectos y sus cosas. No hay problemas.

P. Allá vamos. ¿Es o era usted un chuparruedas?

R. Sí, pero cuando se va justo; muchas veces tengo suficiente con aguantar. Los que no chupan rueda son los que atacan, y éstos están contados con los dedos de una mano. Cuando se está bien, se ataca, se es el principal problema.

P. Pero también es un problema estético.

R. Sí, es un problema de imagen, pero hay que tener en cuenta que cuando yo voy ahí con tres cuatro me llevan con el gancho, y atacar allí es muy difícil. A partir el Tour ya empecé atacar porque ya veía que estaba mejor. Me di cuenta de que, aunque perdiera más, si era más agresivo creaba más afición.

P. Hasta hace nada su mayor éxito consistía en ser el mejor español en algunas carreras. Eso es algo así como ser el menos malo.

R. No, eso no tiene nada que ver. Para mí no tiene importancia eso de ser el mejor español. No lo valoro. Lo importante es ser el primero en alguna carrera. Después nadie se acuerda de lo demás.

P. ¿Por qué odia a Juan Fernández [su antiguo director en el Mapei]?

R. Odiarle, no lo odio. Me llevo mal con el porque creo que no me merecía aquello que me hizo, dejarme sin correr en aquella Vuelta [1995]. Pero eso es ya agua pasada y ya no tiene importancia. La vida sigue.

P. Con Olano tampoco se lleva muy bien.

R. No, con Olano sí que me llevo bien. Si se lleva él mal conmigo, no lo sé, pero yo con él me llevo bien. Siempre está la típica rivalidad en carrera, pero fuera es un amigo. Y además he corrido con él en el mismo equipo.

P. ¿No hubo un poco de pelea por ser el hijo predilecto de Tony Rominger en el Mapei?

R. No. Creo que no. Los dos, tanto Abraham como yo, hemos aprendido mucho de Tony.

P. ¿Con Tony se lleva bien?

R. Muy bien. Es un gran amigo.

P. ¿Es el Kelme el mejor equipo en el que puede estar?

R. No lo sé. Para mí sí, porque estoy muy a gusto y eso es lo más importante.

P. ¿Ha renovado por eso o por dinero?

R. Sobre todo porque estoy a gusto. Eso es lo importante. Estoy muy ilusionado y voy a seguir aquí siempre que tenga hueco.

P. Menudo líder de pacotilla. Todo el 96 preparando la Vuelta y llega y pierde ocho minutos en la tercera etapa.

R. En ese caso y ese día tiene razón quien lo diga. Al ir disputando una Vuelta tenía que haber estado más delante. Pero para mí fue una circunstancia de carrera que no se me olvidará nunca. De eso aprendí mucho, pero nunca se sabe lo que puede pasar. El otro día Jalabert, quizá por no haber comido, pilló una pájara. Unos días nos pilla a unos y otros días les pilla a otros.

P. Pero rechazó una oferta del Banesto diciendo que quería ser líder de un equipo y no trabajar para otros, y dos años después poco ha añadido usted a su palmarés.

R. Eso no me importa. Kelme depositó una confianza en mí, y si quieren suir contando conmigo supongo que es porque estarán contentos.

P. Pero en el Tour tentaron a José María Jiménez para que fuera su sustituto. Parece un líder más popular.

R. Eso es lo que tiene el Tour. Tienes mucho que ganar y poco que perder. Jiménez anduvo bien en el Tour y por eso cogió tanto prestigio y tanta fama.

P. ¿No fue un poco de chulería decir antes del Tour que no descarta a ganarlo?

R. No, hombre. Cuando se sale, sea a la carrera que sea, siempre se sale a ganar. Pero también hay que ser realista y saber que ganar un Tour es prácticamente imposible. Eso por no decir que nunca se puede ganar. Y cuando sales y estás ahí, siempre entre los cinco primeros, al año siguiente piensas en hacer podio.

P. También dijo: "si Virenque hace podio, ¿por qué yo no?".

R. Eso siempre. Es un corredor más o menos de mis características, ero en el Tour se crece mucho.

P. Rico, famoso y 29 años. ¿Por qué no tiene novia?

R. Quizá no haya encontrado a la mujer de mi vida.

P. Hay muchos que se hacen ciclistas para destacar y ligar más. ¿Cómo lleva eso?

R. Creo que no ligo porque como no salgo... Afortunadamente, o no, tengo este trabajo, que es muy duro y requiere mucho sacrificio y estar cuidándose mucho. Pero es una cosa que no me preocupa. Cada uno tenemos nuestro destino y al mío llegará una mujer. No hay problema.

P. ¿No sufre sobre la bicicleta pensando en lo feo que se queda su culotte verde?

R. La verdad es que no me gusta mucho, pero la publicidad es cosa del patrón. Quizá no nos guste, pero se distingue mucho y desde muy lejos, y cuando se ve ese verde chillón ya se sabe que es un keIme.

P. ¿Por qué no se peina?

R. Es una cosa que no me gusta mucho. Me peinaba, pero como tengo un pelo tan revoltoso se me reviraba y se me iba para todos los lados, y lo he dejado ya por imposible.

P. No cree entonces que la imagen es fundamental.

R. Para eso ya está Cipollini, que se sale. Los demás, más o menos somos todos iguales.