"Confío en la lealtad de Pujol al pacto"

Dedicado durante 10 años a la política municipal barcelonesa, Alberto Fernández Díaz (Barcelona, 1962) asumió hace un año la presidencia regional del PP con la oposición de Aleix Vidal-Quadras. Su empeño desde entonces es hacer compatible la alianza, con los nacionalistas catalanes con el mantenimiento de las señas de identidad del PP.

Alberto Fernández Díaz desempeña el liderazgo del PP catalán sin ningún complejo, como si lo hubiera hecho toda la vida. No le arredra pensar que sus rivales son políticos tan curtidos como Jordi Pujol o Narcís Serra.Pregunta. CiU prepara lo que denomina un nuevo horizonte para los objetivos del nacionalismo catalán, que objetivamente supone un alejamiento de las posiciones del PP. ¿Cree que eso les permitirá mantener la alianza con ellos?

Respuesta. Lo que cuenta no es que se aleje del PP, sino de posiciones constitucionales, y del grueso de su propio electorado. Yo creo que si CiU insiste en los tics independentistas o en la política del agravio permanente su electorado le penalizará. Y eso a nosotros nos permite mostrar nuestro perfil moderado y centrista.

P. ¿Cree que Pujol es un socio de confianza para el PP?

R. Nunca dudo de la palabra de nadie hasta que la rompe. El PP cumple con sus compromisos y lo único que podría motivar que CiU le retirara su apoyo sería que no los cumpliera. El PP cumple el espíritu y la letra de los acuerdos. Por eso, yo confío en la lealtad de Pujol.

P. ¿No teme que el acuerdo con CiU pueda disipar los recelos de sectores del conservadurismo catalán hacia Pujol, en perjuicio electoral del PP?

R. La colaboración del PP con CiU no ha supuesto abdicación de ' nuestros planteamientos ante las posiciones de los nacionalistas, ni ha afectado a las señas de identidad del PP en Cataluña. En el Parlamento catalán nos hemos quedado solos defendiendo nuestras posiciones en asuntos que pueden ser significativos, como por ejemplo en el rechazo a la propuesta de selección catalana de futbol, en la que los socialistas se abstuvieron, o las cuotas lingüísticas en los medios de comunicación. La defensa de nuestras señas de identidad como partido en Cataluña forma parte también de la parte no escrita del pacto con CiU. Afirmo que los votantes más distanciados del nacionalismo catalán han visto como nuestra colaboración con CiU no ha supuesto merma alguna en la defensa de nuestra identidad. El pacto con CiU no ha hecho nacionalista al PP de Cataluña

P. Y a CiU, ¿la ha hecho más españolista?

R. Eso deben responderlo ellos. Creo que si ese pacto ofrece una ventaja a los nacionalistas es que les permite rivalizar con el PP en la capitallzación de los éxitos del Gobierno de Aznar. Los que permiten, por ejemplo, que el empleo y la economía crezcan más en Cataluña que en el resto de España Un acuerdo con el PP no cambia el discurso basado en la queja y el agravio tradicionales de CiU. Y que tarde o temprano les pasará factura.

P. Faltan cinco semanas para que Pasqual Maragall abandone la alcaldía de Barcelona. ¿Cree que el socialista Joan Clos podrá consolidar la actual mayoría municipal?

R. Vaticino que la marcha de Maragall abrirá un período de inestabilidad en el gobierno local barcelonés. Todo indica que Clos podrá suceder a Maragall, pero será para poner el epitafio a los casi 20 años de alcaldes socialistas en Barcelona.

P. ¿Han hecho ustedes alguna oferta a CiU, para que Miquel Roca pudiera acceder a la alcaldía?

R. El primer paso para un diálogo es que CiU demuestre que quiere ser alternativa en vez de muleta de los socialistas en los gobiernos municipales. En la tercera parte de los ayuntamientos del área metropolitana de Barcelona, la más poblada de Cataluña, hay pactos de gobierno municipal entre socialistas y CiU. Y en ciudades tan importantes como Tarragona, Reus y Figueres. Si CiU no cambia esa política, es difícil que podamos tener acuerdos con ellos en esta materia.

P. Y CiU ¿les ha sondeado?

R. Ha habido conversaciones para visualizar esa situación de casi empate que hay en el Ayuntamiento de Barcelona, este 21 a 20. Pero el PP no está dispuesto a participar en operaciones inconfesables o intrigas. Un acuerdo de PP y CiU que incluya a los dos concejales del Partit per la Independencia (PI) se me hace inimaginable. Las urnas dieron en 1995 una ajustada mayoría a la izquierda y eso habrá que cambiarlo en las elecciones de 1999.

P. ¿Dará el PP su voto a favor de la ley sobre el uso de las lenguas _que elabora el Parlamento catalán?

R. Si no hay modificaciones sustanciales, no. Pero no puedo anticipar ahora si nuestro voto será negativo o será una abstención. El proyecto está todavía en fase de ponencia parlamentaria y por lo tanto es susceptible de sufrir muchas modificaciones. De todas formas, está claro que el espíritu del proyecto está alejado de los planteamientos del PP en política lingüística. ;

P. Un voto del PP contra esa ley ¿pondría en peligro el pacto con CiU?

R. No debería hacerlo. Porque la posición sobre las lenguas es básica para el PP y estoy convencido de que CiU la respetará.

P. ¿Qué debería cambiar en el proyecto para que el PP lo acepte?

R. Cambiar e incorporar. La orientación del proyecto es avanzar hacia una Cataluña monolingüe. Y nosotros queremos una Cataluña bilingüe.

P. Pues los promotores del proyecto lo defienden alegando que persigue introducir el bilingüísmo en los únicos sectores monolingües que hay ahora, que son castellanohablantes.

R. Eso es una cuestión de tiempo, que se modificará sin la intervención política de los nacionalistas. Es cuestión de una generación más. Las generaciones más jóvenes ya son bilingües. Este proyecto intenta avanzar en el bilingüismo donde el castellano es dominante y consolidar el monolingüismo catalán en áreas como la administración autonómica y local, por ejemplo. Nos oponemos a ello y queremos que el ciudadano tenga opción a escoger lengua en la Administración y la enseñanza.

P. Se cumple ahora un año de la crisis del PP catalán que le llevó a usted a presidirlo en sustitución de Aleix Vidal-Quadras. Y su antecesor insiste en que el PP está entregado a Jordi Pujol. ¿Cómo ve la situación intrna del partido?

R. El PP catalán se ha consolidado durante este año. La crisis interna la resolvió el congreso de septiembre de 199.5 y los posicionamientos no siempre coincidentes se han producido en el marco de una normalidad total. Somos la fuerza decisiva en el Parlamento catalán y hemos conseguido que eso quede claro. Y ahora tenemos además el gran activo de la obra de Gobierno de Aznar.

P. ¿Sustituirá usted a Vidal-Quadras como candidato del PP en las elecciones autonómicas?

R. Eso lo decidirá el partido en su momento. Ahora es prematuro, porque incluso si se avanzaran un año las elecciones no se celebrarían antes de 15 meses. No todos los líderes de los partidos catalanes están en el Parlament. Narcís Serra y Josep Antoni Duran Lleida no son diputados autonómicos, por ejemplo. Y lo que ahora nos ocupa es enraizar el partido en la sociedad catalana.