CAMILLA, EN MÁLAGA

En drástico contraste con el suntuoso estilo de la caprichosa princesa Diana de Gales, Camilla Parker-Bowies, la cincuentona amante del príncipe Carlos, se embarcó ayer en un modesto vuelo chárter rumbo a Málaga para pasar unas cortas vacaciones como a las que puede aspirar cualquier mujer desconectada de la jet set. 0 sea, tiempo al sol, compartiendo rayos, brisas y risas con miles de turistas británicas sin oportunidad ni deseo de compañía como la que pueden ofrecer millonarios playboy como el egipcio Dodi al Fayed a bordo de sus yates y aviones privados. En el yate de los Al Fayed, llegaron el pasado martes por la noche Dodi y Lady Di a la exclusiva localidad de Saint-Tropez, en la Costa Azul francesa. Es la tercera vez este verano que la pareja compartirá unos días de esparcimiento. Por su parte, Camilla, que ha ganado terreno en la simpatía de los británicos gracias a las fotografiadísimas y peripatéticas volteretas sentimentales de Diana y Dodi, procurará (en vano) mantener un perfil bajo a pesar del acoso de los paparazzi. El barómetro de la popularidad de Camilla puede darse en una semana, cuando los insomnes cronistas de la corona revelen quién fue y quién no fue a la fiesta de beneficencia organizada por la amante de Carlos y a la que asistirán numerosos amigos y amigas de Diana. Sin decir una palabra, Camilla, bronceada, seguramente tomará nota de las ausencias.